Título: I Am Suicide – Part 1.
Guión: Tom King.
Dibujos, Tintas &
Arte De Tapa: Mikel Janín.
Colores: June
Chung.
Letras: Clayton
Cowles.
¡Finalmente! El run de Tom King entra en su fase
2 y es hora de que Mikel Janín tome los lápices mientras David Finch prepara la fase
3, aunque para eso último tendremos que esperar hasta el año próximo.
Batman por fin aceptó la proposición de Amanda Waller de
invadir la mítica prisión de Peña Duro en el corazón de Santa Prisca y quitarle la tenencia de Psycho-Pirate a
Bane. Lo que recién supimos con el adelanto de esta entrega fue que Bane tiene en su poder al
Pirata y necesita su ayuda para superar los terribles traumas de su juventud. Recordemos que el villano creció en la prisión, sobreviviendo a base de las alimañas que entraban en su celda y
debiendo nadar las noches en que su celda se inundaba hasta el techo para no
morir ahogado, y esto obviamente dejaría secuelas psicológicas hasta en el peor de los criminales. El fuerte, despiadado e inteligente líder de Santa Prisca aún
sufre pesadillas por tan cruel crianza y nos enteramos de que el famoso Venom
—o Veneno si gustan— no sólo lo ayudaba a mejorar de manera exponencial su
fuerza y su resistencia, sino que también lo ayudaba con sus terribles sueños. Ahora resulta que Bane, en un giro argumental que nos hizo caer el culo la mandíbula al piso, quiere que Psycho-Pirate utilice sus poderes para sanarlo.
Teniendo en cuenta lo mencionado en el párrafo anterior, la cuestión es que Batman
tiene la misma idea, con la diferencia de que quiere usar a Roger “Pirata” Hayden para curar a Gotham Girl del
temor que le infundió a pedido de Hugo Strange, que afortunadamente fue apresado por la Bati-Familia en la conclusión del crossover “Night of the Monster Men”. Más decidido que nunca, Bruce Wayne le avisa a Alfred que dejará Ciudad Gótica por un tiempo, quizás por un buen
tiempo —esperemos que los villanos no se enteren, ¡shhh!—. Próxima parada: Arkham Asylum.
Ya en el manicomio/prisión de máxima seguridad —“máxima”
entre comillas (?)—, Batsy se dispone, bajo la supervisión del Comisionado Gordon y Jeremiah Arkham, a seleccionar su plantel para ir a Santa Prisca. El primer elegido es Arnold Weskler a.k.a. El Ventrílocuo, que fue despojado de su muñeco, Scarface, pero parece necesitar de alguien que lo
persuada para hacer cosas, ergo, no tarda demasiado en convencerse. Aún así no es suficiente, nuestro héroe necesita más y Arkham cree que lo van a colgar de las pelotas si pasa algo con los
internos liberados.
El próximo recluta es Ben Turner, mejor conocido por todos nosotros como Bronze Tiger. Antes de sellar el trato somos testigos de un pequeño
duelo entre ambos al mejor estilo asiático. Curiosamente se los ve muy
felices juntos, sobre todo a Batman, a pesar de que está liberando a un asesino
con veinte años de condena por delante...
A continuación viene Jewlee, que se encontraba en estado
catatónico desde la desaparición de su pareja, Punch. Lo que ella no sabía es que Punch
estaba cerca, de hecho estuvo posando todo este tiempo como Gordon —que a pesar de
que hace no mucho fue Batman estaba drogado y maniatado en la comodidad de su
hogar—. Lógicamente Bats ya se había dado cuenta y, antes de desenmascararlo, le parte la jeta de un roscazo. Resulta que Punch vino para rescatar a su amada pero le terminó facilitando el trabajo al Detective, ya que necesita a la pareja para su incursión en las tierras hostiles.
Batman quiere un interno más, uno que Arkham se niega totalmente a liberar, mas Batsy no va a aceptar un “no” por respuesta y juega una carta jodida para Jeremiah. “Papá, se te escapó Punch y vos ni idea, encima a este lugar te lo lleno YO, ¿qué me vas a decir a mí a quién puedo usar o no?”. El Murciélago arroja el micrófono (?), se dirige a la última celda y entrevista al único —o “la única” mejor dicho— que puede entender porqué Batman quiere hacer lo que va hacer. Con su rosto cubierto por una máscara onda Jason Voorhees meets Hannibal Lecter, Selina Kyle —que está condenada a muerte— contesta a la implícita oferta del Murciélago con un simple pero no menos sensual “meeoow” y los ojos llenos de peligro. ¡Grrr!
LO QUE DEJÓ ESTE
NÚMERO.
Quizás creímos que veríamos más acción en este número pero
al final se trató de Batman seleccionando su equipo, aunque tampoco quedó del todo claro porqué eligió a cada quién. Nos encontramos con un relato al mejor estilo “The Dirty Dozen”, la
gran película de 1967 que esencialmente es una versión realista del
Escuadrón Suicida. Todos los miembros están detenidos con largas condenas sin
chance alguna de fianzas o libertades condicionales y algunos hasta con pena de muerte. Un dato de color: En ese mismo año Punch y Jewelee debutaron en las páginas de “Captain Atom” tras ser adquiridos
por DC desde “Charleston Comics”.
Hablemos un poco de los personajes. En un principio pensábamos que Bronze
Tiger sería el insider de Amanda Waller como generalmente lo fue en el
último tiempo dentro del equipo. Acá al parecer se lo tiene como un fantasioso, un hablador que cree haber salido de La Liga de los Asesinos y de participar en varias
agencias de espionaje que obviamente negaron toda conexión con el criminal, mas lo cierto es que estuvo desempeñándose como espía en “Grayson”. Ahora todo parecer indicar que será el hombre de confianza de Batman.
Punch y Jewelee —ahora llamada Jewlee— fueron junto a Bronze Tiger parte del
legendario run de John Ostrander (1987-1992) en “Suicide Squad” del que Tom King se confesó fanático y no caben dudas de que quiere rendirle
homenaje. Se trata de dos villanos generalmente ridículos, una pareja de
titiriteros que se hicieron de armas alienígenas que incluían gemas con
poderes de control y rayos mortales en el caso de Jewelee o botas para caminar por los
aires y cuerdas mágicas para controlar como títeres a las personas en el caso de Punch.
Habrá que ver si ahora tendrán poderes/armas similares. La identidad de La Mujer Payaso sigue siendo
un misterio como en su versión de Ostrander, mientras que Punch se debería llamar
Clyde Phillips. Más allá de que sus habilidades serían ideales
para enfrentar a Psycho-Pirate, Punch estuvo cautivo en Peña Duro y escapó luego de traicionar a Bane, así que esperemos que expliquen porqué. Por otro lado, en la continuidad pre-“Flashpoint” la pareja tuvo un hijo por
el cual cometían sus crímenes y combatieron al Culto de Kobra, que podría cobrar gran relevancia para todo el Universo DC en el futuro cercano.
The Ventriloquist, al igual que Jewlee, sufrió un cambio de
nombre —#ManhattanLoHizo—: Ahora es Arnold Weskler y no Wesker. ¿Será para que
no se confunda con el recientemente fallecido dramaturgo inglés? Divagues aparte, es raro que lo hayan elegido aunque el hecho que proyecte su personalidad malvada en el muñeco Scarface es algo similar a lo que hace (salvando las distancias)
Psycho-Pirate. Quizás haya algo ahí que todavía no podemos ver.
Catwoman seguramente traiga mucho más que sus habilidades a la ecuación. ¿Porqué el Dr. Arkham tiene tanto miedo de liberarla? ¿Qué hizo —dejando de lado los más de 200 asesinatos que se le adjudican— para que la condenen a la
inyección letal? ¿Porqué Batman asegura que ella más que nadie entiende lo que
planea hacer? Cuando finalice esta historia habrá dos one-shots y uno se enfocará de lleno en la relación entre el Murciélago y la Gata, así que al parecer tendremos Selina Kyle para rato en el run de King.
Tom aseguró que en este número se inician tres
historias, una más importante que la otra. Sacando la obvia, es decir todo este affaire del BatForce X y Santa Prisca, hay claramente una continuación de lo que comenzó en “DC Universe: Rebirth” #1. Saturn Girl está internada en Arkham bajo el alias “Jane Doe”, no porque represente a la conocida villana homónima sino porque nadie conoce su nombre real. Al
parecer después de ser interrogada en dicho libro fue a parar al nefasto manicomio de Ciudad Gótica y el hecho de que dibuje el símbolo de La Legión de Superhéroes genera un interrogante más
grande. Dan DiDio comentó que en “Rebirth” vamos a ver a varios personajes que no tiene mucho que ver con el héroe protagonista dándose una vuelta por sendos libros, así que es cuestión de tiempo para saber cómo se verá afectado el Bativerso por toda esta movida.
Si bien tenemos el embrollo de extraer a Pyscho-Pirate, es
obvio que esta historia es el preludio del tercer acto del run de
Tom King —“I Am Bane”— porque se ve a las claras que esto es por demás personal
para el Rey de Peña Duro, mas todavía no se sabe nada de dicho arco argumentalmente
hablando. ¿Cuál podrá ser la tercer historia que mencionaba el guionista? ¿Será la relación Bat/Cat?
Saliendo del argumento también nos encontramos con varios cameos interesantes en
Arkham de Tweedledee y Tweedledum, Kite Man, Condiment King (Mitchell Mayo) y
el mismísimo Calendar Man, cuya monstruosa nueva versión vimos en “Batman: Rebirth” #1, cuando todavía estaba cautivo en la
Batcave.
Un par de referencias a cómics clásicos del Murciélago otra
vez. Por un lado, que La Mujer Payaso esté catatónica en Arkham es un guiño claro a “The Dark Knight Returns” —otro más en el run de King— y también hay una línea de “The Killing Joke”: “Últimamente estuve pensando en ti y en mi”, dice Bruce cuando va a visitar a Selina.
En cuanto al arte, lo de Janín es simple y sencillamente magnífico. No obstante hay algunos temas con el color que desconcierta un poco. Algo similar se
vivió en “I Am Gotham” donde algunos números no parecían dibujados por Finch gracias a diversas inconsistencias en el coloreado y la presencia de un ejército de entintadores.
No sabemos si estas fallas sean sólo culpa del nuevo sistema quincenal, pero
quizás a estas alturas ya debería estar más aceitado. De momento vamos a limitarnos a decir que algunas viñetas parecen
de un cómic online (onda “Injustice”) más que de algo publicado en papel y con un mayor laburo de producción por detrás, aunque esto no quita que estemos sumamente emocionados por tener a este equipo artístico a bordo.
En conclusión este número fue muy bueno y nos dejó con ganas de más,
y vaya que somos afortunados al no tener que esperar un mes para ver cómo se sigue esto.
¿A ustedes qué les pareció? ¡Cuéntennos más arriba!
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