Caught in the crossfire
Titulo: The Victim Syndicate, parte dos: Payback
Guión: James Tynion IV
Lápices: Eddy Barrows
Tintas: Eber Ferreira
Colores: Adriano Lucas
Rotulado: Marilyn Patrizio
Portada: Álvaro Martínez, Raúl Fernández y Brad Anderson
Portada alternativa: Rafael Albuquerque
A bunch of lonesome
and very quarrelsome heroes
Were smoking out along
the open road
The night was very
dark and thick between them
Each man beneath his
ordinary load
(A bunch of lonesome heroes, Leonard
Cohen)
Ser superhéroe no es un negocio muy rentable por estos días.
Desde que las editoriales descubrieron que darle un toque de
realismo vendía mejor al personaje —Stan
Lee de por medio, aunque les duela a
los ortodoxos—, los universos en que nuestros héroes de capa y mallas se mueven
se han llenado de cuestionamientos, responsabilidades… e incluso demandas.
Sí. Ya no basta con que salven el mundo, además deben pagar
la cuenta por los daños causados en el proceso.
Lo que está muy bien.
Siendo EEUU el inventor del concepto de Daño Colateral, que es un
eufemismo para genocidio de población civil en realidad, tarde o temprano al
personaje de cómics emblemático de la industria comercial yanqui debía de
ocurrirle algo similar. Y “The Victim Syndicate” es el título que se hace
cargo de esto.
Pero no se engañen: así como EEUU se victimiza cuando algún
grupo les devuelve una ínfima parte de todo el daño infringido y lo tilda
inmediatamente de terrorista y enemigo de la libertad y los “valores” que creen
representar, aquí en “Detective Comics”
ocurre otro tanto y la representación que Tynion
y Barrows hacen de un grupo pidiendo
su justa retribución es una burda caricaturización, transformando al Sindicato de las Víctimas en un hato
repulsivo y amoral que merece toda la reprobación del público —algo parecido a lo hecho por Nolan en “The Dark Knight Rises” cuando se las amañó
para transformar los movimientos civiles que se propagaban por el mundo en
aquellos años en sendas manifestaciones del mal que querían acabar con la
sociedad bien establecida… la sociedad de los pudientes y adinerados de Gótica en manos de un desalmado Bane—.
Cuando un puñado de huraños y dados a la pelea héroes
propagan su versión de la justicia por las calles, es cosa de tiempo antes de
que las mismas calles que juran defender se llenen de personas exigiéndoles que
desistan.
Pero este es el mundo de los superhéroes, el mundo de DC y el mundo de Batman. Aquí todo se cocina en el crisol de las ganancias
calculadas y se santifica con óleo del american
way of life. Por ende, Batman y
compañía —según “Detective Comics” #944—
se enfrentan estoicamente contra el perverso grupo de criminales que les
arruina su fiesta de gente rica. Los superhéroes son los buenos y las víctimas
son los villanos.
¿Y qué nos ha dejado este número?
Definitivamente, lo más importante es la inclusión sin duda
alguna de Batwing al equipo —quién,
además, se luce con un salto al vacío al más puro estilo Tony Stark—.
Superada la amenaza de la Gala del GCPD, nuestros héroes se reúnen para evaluar la situación en el Belfry y Luke Fox se encuentra más que cómodo en medio de la creación de Red Robin.
El ataque los ha tomado por sorpresa. Su capacidad de
reacción ha sido prácticamente nula y suman dos bajas importantes: Spoiler, atacada por los gases de Mr. Noxious, y Clayface,
perturbado tras la revelación de Mudface.
Lo primero es identificar a los terroristas —sí, así llaman
los yanquis a la gente que reclama
contra ellos—. Todos tienen alguna conexión con algún Bati-Villano en
particular y son el producto del fuego cruzado cuando éstos atacaban al Murciélago. Pero el líder, que se
identifica como The First Victim, permanece ignoto.
Sólo queda estudiar las posibilidades para poder determinar
su siguiente movimiento.
En un título que ha tenido a Batwoman como el referente más importante, es interesante notar
cómo todo regresa a Batman.
De hecho, él es el
que inició el giro de esta rueda en Gotham
que ahora amenaza con atropellar todo. No sólo por las víctimas que van
quedando tras sus enfrentamientos con el malo de turno —y que The First Victim hace notar
en un sentido discurso que el oficialismo y la tecnología se apresuran en
censurar—, sino también por todas las personas a su alrededor que ha ido
involucrando —especialmente, jovencitos— y que han pagado muy caro el querer
emularlo, siendo Tim Drake el ejemplo más cercano.
Lee Tompkins se apresura a dejarle claro este
punto a Batman cuando éste acude a
su hospital gratuito para ver a Spoiler.
Es notable la réplica de la doctora cuando le dice que bien podría estar
haciéndole barra al Sindicato si no
fuera por sus métodos. Nosotros bien podríamos replicar que no podemos esperar
que vengan a golpearnos con plumas cuando los hemos estado golpeando con mazos pero, no olvidemos, este es un cómic de Batman.
El cliffhanger no
puede ser más prometedor: con The First Victim colándose en la habitación de Spoiler, cualquier cosa puede pasar… menos un sincero mea culpa del
Encapotado…
Bien escrito, y mejor dibujado —con la rara excepción de una
Orphan bastante desproporcionada
durante la gala—, este nuevo número sigue sumando a los buenos títulos “Rebirth” que se están editando en torno
a Batman, agregando algo de madurez,
pero sin dejar de lado la imaginación que debe primar en un medio ideado para
niños pequeños principalmente.
“Detective Comics” #944,
más allá de los cuestionamientos que nos puede plantear sobre la intención de
lo que se cuenta, es una gran revista que se disfruta en base a buenos diálogos
y a las resoluciones gráficas de Barrows.
Otro gran acierto de un título que decayó tanto
durante los años pasados, pero que ahora se reinventa en busca de recuperar su
sitial como el título principal de Batman
y compañía.
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