Reseña: “Detective Comics” #945 - “The Victim Syndicate”, parte tres

Everyone near you dies!

Título: Unforgiven.
Escritor: James Tynion IV.
Arte: Al Barrionuevo (páginas 1-8, 14-16).
Lápices: Carmen Carnero (páginas 9-13, 17-20).
Tintas: Scott Hanna (páginas 9-13, 17-20).
Colores: Adriano Lucas.
Rotulado: Marilyn Patrizio.
Portada: Álvaro Martínez, Raúl Fernández y Brad Anderson.
Portada alternativa: Rafael Albuquerque.

“Let's not talk of love or chains
and things we can't untie
Your eyes are soft with sorrow
Hey that's no way to say goodbye”
(Hey that’s no way tos ay goodbye, Leonard Cohen)

Mientras más se le complica la vida a Batman, más nos gustan las aristas que está tomando el arco “The Victim Syndicate”.
¿Y cómo evitarlo?
Aunque los cuestionamientos a la actividad de los Vigilantes siempre han estado a pedir de boca —especialmente en el caso de Batman y su recurrente uso y abuso de adláteres adolescentes—, nunca historia alguna había estado tan enfocada en no sólo abrir una herida en el costado del Murciélago, sino en meter el dedo y rotarlo con exhaustiva dedicación. No que yo recuerde, por lo menos.
Víctimas en la guerra particular de Wayne contra la delincuencia en Gotham hemos conocido muchas, pero siempre han sido estas la de asociados de nuestro héroe; gente que, al fin y al cabo, sabe a lo que se expone y, de todas maneras, sale a enfrentar las balas.
Pero de las víctimas silenciosas poco se habla. Hasta ahora…
Independiente de los peligrosos rumbos que ha tomado la protesta del Sindicato de las Víctimas, hay un punto que es irrefutable: son la cara visible del daño colateral, aquellos que no han tenido la oportunidad anteriormente de decir “yo no pedí esto”.
Hoy, estos personajes han golpeado a Batman y él ha acusado el golpe.


Y el modo visible que ha utilizado Tynion IV para contárnoslo es la reacción de Stephanie Brown tras los sucesos del número pasado. No sólo que haya sido atacada, sino que, además, su vulnerabilidad ha quedado expuesta al encontrarse cara a cara con quien se ha dado en denominar The First Victim, en la pretendida seguridad de una cama de hospital. Una jugada maestra, si se quiere, de este nuevo y enigmático villano —y lo llamamos villano porque, independiente de la razón que tiene, sus métodos son desalmados—: no sólo ataca la psiquis fracturada por la pérdida que sufrió Spoiler sino que además es un grito a la cara de Batman, enrostrándole que él no está en condiciones de impedir nada.


Con una portada que nos recuerda a aquellas clásicas de los setenta y parte de los noventa, con diálogo incorporado —hoy casi no se ven portadas con bocadillos de diálogo—, el nudo dramático de este episodio está enfocado en estas dos fuerzas: Batman y Spoiler. Ambas convergen en el mismo tipo de dolor, pero divergen en sus métodos de abordaje de ese dolor.
Spoiler, notoriamente influenciada por la visita de The First Victim, sólo ve el vacío que la ausencia de Tim Drake le provoca. Una muchacha que ya tiene el traumático antecedente de ver a su padre convertido en un cruel villano, seguramente no es la mejor preparada para apegarse a alguien y luego perderlo de modo tan dramático. Es obvio que su propio sufrimiento le impide ver el proceso interno de Batman, creyéndolo un hombre inmutable e insensible.


Batman, lo sabemos, es un hombre bajo la capucha. Su propia tarea está impulsada por ese dolor, pero de un modo productivo. Para él la consigna es “nunca más”. Y su modo de absorber su sufrimiento es enfocarse en el trabajo. Puede no parecerlo, pero quizá la primera víctima de Batman sea él mismo.
Con planteamientos pseudo-existencialistas, “Detective Comics” no da tregua y, como ya hemos mencionado en reseñas anteriores, se perfila como el mejor título de esta nueva etapa de la franquicia Batman.
¿Cómo acabara todo?
Nos encontramos en aquel momento de los arcos argumentales en que todo es más negro. En que, más que reencuentros, abundan los adioses y las separaciones; inconscientes de que hay situaciones que no se pueden desanudar y que, en vez de decir adiós, es mejor estar más unidos que nunca.
La resolución de “The Victim Syndicate” nos aguarda, pero el viaje ha resultado hasta ahora tan intenso, que no nos importaría contradecirnos y pedir que, al mejor estilo Scott Snyder, este arco se extendiese.


Puntos a tocar no le faltan: siendo “Detective Comics” el título dónde se encuentran los aliados de Batman, hay más de un personaje que resulta atractivo. Este mismo número #945 es clara muestra de ello: vemos a Batwoman evitando el encuentro con su padre. Está Clayface que, a ratos, y de forma literal, se desmorona. Está Jean-Paul Valley, nuestro anhelado Azrael. Está Harper Row. Está Orphan. Está Batwing
Ciertamente, “Detective Comics” es un título abierto a todas las posibilidades y con una infinidad de opciones a la hora de generar interesantes historias.
Un macro-mundo que Tynion IV, con gracia y estilo, sabe acotar a pequeños espacios y a pocos personajes: hoy pasa mucho en Gotham y con este particular team, pero todo puede resumirse en una niña herida y un hombre que no sabe reconfortarla.
Spoiler y Batman.
Dolor… y dolor.

Ambos víctimas.

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