Titulo: Dark Trinity – Part Two: Paradise Lost.
Guión: Scott
Lobdell.
Dibujos: Dexter
Soy.
Colores: Veronica
Gandini.
Letras: Taylor
Esposito.
Portada: Giuseppe Camuncoli, Cam Smith y Dean White.
Portada variante: Matteo Scalera y Moreno Dinisio.
Portada variante: Matteo Scalera y Moreno Dinisio.
Poco después de sobrellevar la carga emocional que representó
la versión “extendida” de “Suicide Squad”, recordé
irremediablemente que tenía trabajo que hacer y muy poco tiempo para
finiquitarlo. Por supuesto que hablo de planear una arriesgada estrategia para
destruir Hollywood y todo lo que representa pero, hasta ese momento, su tío JhonJanor les narrará las nuevas
desventuras de Jason Todd y sus
peculiares amigos imaginarios.
Si refrescan la memoria vendrá a ustedes la imagen de Black Mask, mejor conocido por sus amigos
como “Tiger
Lips”, una docena de flashbacks relativos al sobreexplotado origen de Jason, el regreso de Ma Gunn y, como no, la aparición de Artemis
como co-protagonista de la serie junto al Petirrojo rebelde. Y con el
segundo tebeo del título en nuestras manos, ¿qué nos deparará este nuevo capítulo?
¿Más flashbacks? ¿Más acción? ¿O un híbrido entre ambas ideas? ¡Todo esto parece
ser un trabajo para JhonJanor el
Retardado ™!
EL ARGUMENTO:
El arco argumental “Dark Trinity” continúa rompiéndome
las bolas con otro maldito flashback aunque para mí “sorpresa” esta vez nos encontramos en la piel de Artemis,
una muchacha destinada a la grandeza y que no le tiene miedo a nada (ya saben,
un cliché con pies y tetas), que a la tierna edad de 16 años desea apoderarse
de un arco místico, suceso evitado por una suerte de entidad celestial egipcia (¡¿?!)
que la saca a patadas del lugar donde se encontraba, diciéndole literalmente que no es digna de poseer semejant arma, y obligándola a vagar por
los desiertos de África, creo (¿?¿!?”!?¿”=!??”=*AppCrash*)
De ahí pasamos al presente y vemos a la chica tratando de quitarse al
vigilante/mercenario/huérfano de encima mientras éste le dice que no le gusta
pelear con mujeres, pero ella no es una mujer, es una Amazona, lo que
significa que el villano del arco es El
Patriarcado. Poco después descubrimos que Roman Sionis usó sus poderes de tele transportación para llegar a
la zona del tren descarrilado (¿!!?¿!?!¿!?¿!?), observando cómo su joven pupilo hace el
trabajo y viceversa.
Los clichés continúan cuando la guerrera escupe que la arma
egipcia mística anti-natural es peligrosa para el bienestar de la humanidad,
que contiene mucho poder, que no saben con qué están jugando, bla, bla, bla,
bla. Por fortuna, el Petirrojo se cansa de tanto dramatismo y la
manda a callar tirándole plomo como Dios manda, sin embargo la hembra consigue
destruir las balas usando su hacha.
Todd da pena
con sus pistolas de juguete hace lo que puede, mas la fuerza de la
pelirroja musculosa es demasiado superior al plomo de sus artefactos
justicieros. Antes de acabar con Jason, la chica cuenta que el curioso artefacto oculto en los vagones del ferrocarril se llama
“El Arco de Ra”, un objeto místico de poder incalculable formado en el oscuro horno de un alma tenebrosa. Ya saben, lo típico. Aún así no todo está perdido porque nuestro protagonista rojo electrocuta a la bruja del averno, recordando las sabias palabras de Batman:
“El Arco de Ra”, un objeto místico de poder incalculable formado en el oscuro horno de un alma tenebrosa. Ya saben, lo típico. Aún así no todo está perdido porque nuestro protagonista rojo electrocuta a la bruja del averno, recordando las sabias palabras de Batman:
“No siempre puedes ser
el más rápido o el más fuerte, pero siempre puedes estar preparado.”
Hm. Algo así como decir:
“No siempre puedes ser
el más rico o el más guapo, pero tienes salud.” *risas enlatadas*
Para ser una Amazona fuerte e independiente, termina comiéndose el
piso sorprendentemente rápido, y eso me hace pensar que quizás esta sea la Kryptonita del personaje: Uno
tiene Electricidad, uno tiene Magia, el otro tiene Palancas Locas y su jefe
tiene a Martha (Ok, ya, caballo
muerto). Prosiguiendo con este tronchante número, de la nada surge nuestro
viejo amigo “Tiger Lips”, que seguramente recordó que no era relleno y de hecho tenía que jugar un papel en la trama: Aplaudirle
a Caperucita Roja todas sus hazañas, sean cuales sean. ¿Se imaginan si cuando Catwoman mata a Sionis en el viejo run de Ed
Brubaker, éste comienza a aplaudirle y para colmo la invita a cenar?
Sin embargo, la luchadora recupera la conciencia a la
velocidad de la luz (ella dice que fue pillada con la guardia baja pero no me engaña, tiene de Amazona lo que yo de playboy
multimillonario) y ataca a la banda de Máscaras Falsas con su hacha, fallando
miserablemente y provocando de paso que Red
Hood le salve la vida a Mask. El cínico villano con extraño sentido de la moda contraataca a la
Criatura de la Noche con más plomo y obliga a su nuevo afiliado a refugiarse junto con Artemis tras una roca ya, que pese a que sus matones no tienen
intención de dispararle, le disparan de todas formas (¿¡!?¿¡!?)
Lo pendejo sorprendente entre la lucha del Bello y La
Bestia es que esta última recién le dice “sé
que estás fingiendo ser malo” cuando, no lo sé, podría habérselo dicho antes. Técnicamente se le declara ahora porque están lejos de Roman y su banda, pero momentos antes
también lo estaban así que no me engañas mujer, imprevista de más habilidades
útiles decidiste pedirle perdón a tu contrincante.
Pero ya cansado de tanta acción, el guionista decide dedicar unas cuantas
viñetas para desarrollar el vínculo entre Todd y Artemis,
ofreciendo quizás algunos de los mejores momentos del número. Cuando Jason “acepta los términos de rendición”, el Dúo Dinámico decide
combatir al mafioso allí mismo aunque, dando paso a un giro de tuerca super
épico predecible, va y
resulta que Black Mask evita ser
traicionado por ellos traicionando a su vez al Pajarito, llevándose consigo el botín apocalíptico porque es muy malo y tal *música dramática*
Ocultos entre las ruinas del tren descarrilado, los
héroes contemplan impotentes como su enemigo vuela a través de la fría
noche plutónica junto a su mercancía especial y, a menos que la Amazona pelirroja
sea incapaz de volar, no podrán alcanzar a “Tiger Lips” y compañía. Entonces Artemismanda
a la puta lanza a Todd contra el helicóptero mientras que ella salta allí poco
después (?!), descubriendo por fin el contenido ultra secreto del paquete
gigante. Un material impactante, extraño… y bizarro.
Tras esta revelación, el número concluye.
sea incapaz de volar, no podrán alcanzar a “Tiger Lips” y compañía. Entonces Artemis
LA OPINIÓN:
Niños y niñas, consumir drogas no es un buen hábito. Y creo que
este número lo deja claro en muchos niveles pues, más allá de que
nuestro querido Lobdell use
antibióticos o no, nos encontramos con toda clase de… peculiaridades
argumentales, por así decirles. Desde la presencia de deidades egipcias interactuando
con entidades amazónicas/griegas (sería como ver a Jesús haciendo un trato
con Buda para conquistar China), pasando por la presencia poco
definida de un desperdiciado Black Mask y finalizando con Artemis y los 1001
clichés del género femenino, masculino o cualquier otro que incumba al Séptimo
Arte, el argumento es bastante extraño.
Esta guerrera amazona tal vez no tenga tanta popularidad como otras féminas relacionadas al Universo DC. De hecho, lo único
que conozco de ella es su aparición en uno de los volúmenes de “Secret Six” y su adaptación en la serie animada “Young Justice”. Desconozco cómo
se le da escribir mujeres a Lobdell, pero todos aquí seríamos zombies mutantes si esta joven pudiera transmitir veneno y radioactividad. Independientemente de cómo sean las otras
versiones del personaje, en la línea “Rebirth” nos encontramos con la
típica mujer fuerte e independiente o, mejor dicho, con una Gary Stu femenina (le falta un pasado
trágico nomás, el cual seguramente veremos en el futuro, me apuesto
la alcaldía de Gotham), que es fácilmente derrotada (por un
breve momento) por un joven de veintitantos años pese a su gran poderío y belicosidad innata. Quizás necesite el arco para compensar algo…
Respecto a la historia per se, avanza y no avanza. El
cómic solo tiene dos escenas: El flashback de Artemis (que dura unas 3 páginas) y la batalla entre la Guerrera y
el Petirrojo, que se termina llevando el resto del número. No estamos ante el mejor número de la
serie, de hecho, diría que es el peor porque la trama está atascada, maniatada a una batalla entre estos dos personajes que debería
haber durado 5 páginas. Es más, todo lo contemplado en este capítulo
debió durar 13 o 15 páginas como máximo. Alargaron el chicle sólo para dedicarle un número completo a Bizarro, lo cual es el paso lógico, claro, pero a este ritmo no me extrañaría que el próximo capítulo se enfoque en estos dos intentando
sacar al mastodonte deforme de su cápsula. Con flashbacks de por medio, claro está.
Hablando de eso, afortunadamente el editor parece haberle puesto
un freno a Scott Lobdell respecto al
exagerado uso de los recuerdos aunque, como venganza, éste posiblemente decidió
alargar de mala manera el primer encuentro de dos de los protagonistas de “Red Hood and The Outlaws”. Hacer que Black Mask se “revele” contra el recién incorporado Red Hood es demasiado apresurado y tira
por la borda un sinfín de oportunidades para construir una relación entre estos
dos, y quizás un par de contrastes interesantes (Batman usa la tortura para obtener información aunque no es un
torturador, pero Black Mask usa
la tortura para obtener lo que quiere porque
le gusta. No lo sé, el chiste se cuenta solo.) pero, en vez de profundizar en el villano de una forma u otra, sus apariciones resultan ser meramente
testimoniales y para cumplir su rol específico de chico malo. Podrían haber
usado a cualquier bicho raro de Gotham
y no habría diferencia alguna, inclusive si reemplazaban a este villano por el Joker (¿qué Red Hood trabaje para el Bufón, siendo su objetivo el infiltrarse en su banda, conocer al Payaso y luego atacarle donde más le
duele? Oye, eso no suena tan mal.)
Lo mejor de la historieta argumentalmente hablando es sin
duda la página donde Hood y la “Princesa” entablan conversación, moldeando sus respectivas personalidades en el proceso, estableciendo a la
dama como toda una estratega y la contraparte femenina del Cruzado Pistolero (apuesto a que en el número seis, Todd saca la “palanca” y la mata de placer),
mientras que el macho alfa es todo menos un estratega y eso lo hace la contraparte masculina ideal de Artemis.
Si se le diera mucho mimo a la relación entre estos dos personajes, Lobdell capaz consigue que Red Hood obtenga su propia Catwoman,
así como Dick Grayson obtuvo a su
propio Joker, que era Dos
Caras. Claro, yo en el número anterior pensaba que iban a dedicarle tiempo y
cariño al moldeamiento del nuevo Black
Mask, pero su personalidad y su potencial brillan por su ausencia.
Lo único seguro es que Nephthys
jugará un papel importante en un futuro arco argumental de la serie, o al menos eso creo
yo, y que los matones del ambicioso criminal son unos trolles de mucho
cuidado. Si te dicen que te van a cubrir, cúbrete, porque lo más probable es
que te fusilen sin querer queriendo. Eso, y que un número sin flashbacks
equivale a un desarrollo argumental seco y lento, igual de retardado como yo
con mis reseñas, ha ha ho ho he he.
EL DIBUJO:
Pues la calidad bajó tanto como el carisma de Black Mask durante estos años. Pero sin
exagerar, el dibujado continúa siendo llevadero. No hay tantos bocetos
trabajados como uno desease (o como en las entregas anteriores), pero de vez en
cuando aparece una Artemis o un Red Hood bien pincelados y coloreados,
para variar.
Me agrada el nuevo diseño de la Guerrera Amazona. Tiene ciertas reminiscencias a su estirpe, como Zeus manda, y no como el atuendo que tenía en “Secret
Six” donde portaba una especie de bañador. Interesante también el
sustituir (de momento) su arco por un hacha gigante que, cual Mjölnir, aparece donde te encuentres y cuando la necesites. Pero me llama todavía más la atención
cómo su arma y el sistema de la misma, acompañados con algunos de sus ataques, son
extremadamente similares al arma de Bui,
un villano secundario de “Yu Yu Hakusho”, que también tiene
un carácter aguerrido y una afición por las armas pesadas y punzantes.
Un detalle curioso, quizás indirecto, es que cuando la
Pelirroja le rompe una parte del casco al buen Jason, su expresión consta casi exclusivamente de apretar los dientes e imitar las
características faciales de su viejo mentor, el Murciélago. ¿Casualidad
poética, irónica característica o pereza artística por parte del dibujante?
CALIFICACIÓN: 5.2/10
Tras el peor número de la serie
hasta ahora, mis expectativas están como Artemis cuando Todd
la electrocutó: Comiendo el piso, que es rico en vitaminas. Sólo espero
y confío en que la próxima entrega contenga situaciones y elementos tan
hilarantes como el presente tebeo o que, como mínimo, la historia avance como
debe en vez de estancarse. 24 páginas son 24 páginas, hay que aprovecharlas como es
debido. La primer historia del Ventrílocuo/Scarface
(que regresó por la puerta grande gracias a Tom King) solo duró dos números y aún así fueron trascendentes para el personaje. ¿Qué hubiera pasado si su primer arco argumental
hubiera debutado en pleno 2016, a manos de nuestro querido guionista? ¿Habría
durado 10 números el chiste? ¿El 70% de la historia serían flashbacks sobre Arnold Wesker y Batman? Estoy seguro que, al igual que ustedes, prefiero no
averiguarlo.
¿Qué nos depara la primera aparición de Bizarro en esta continuidad?
¿Adquirirá un mejor rol que en The New 52? ¿Cómo será su relación con los otros miembros de la familia? ¿Veremos acaso un triángulo amoroso entre Artemis, Red Hood y Bizarro?
Desde luego, JhonJanor el Retardado ™ no puede esperar para leer el siguiente número porque
literalmente va a tener que reseñar el tercer y cuarto capítulo tan rápido como
una bala si no quiere que lo destierren del Blog.
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