Reseña: “Nightwing” #17 - “Nightwing Must Die!”, segunda parte

Where have you gone?

Título: Nightwing Must Die!, parte dos.
Escritor: Tim Seeley.
Artista: Javier Fernández.
Colorista: Chris Sotomayor.
Rotulador: Carlos M. Mangual.
Portada: Fernández y Sotomayor.
Portada variante: Ivan Reis, Oclair Albert y Sula Moon.

“If the doors of perception were cleansed every thing would appear to man as it is, Infinite. For man has closed himself up, till he sees all things thro’ narrow chinks of his cavern.”
(The Marriage of Heaven and Hell, William Blake)

De una manera maravillosa, todas las dudas que Seeley había plantado en nuestro etílico corazón de comiquero —bueno, yo me tomo algo fuerte mientras leo cómics. Y ustedes, niñitos fanboys,  ¿aún toman leche?— se han esfumado con la segunda parte del nuevo arco de Naigüín.
En un número lleno de referencias y homenajes al trabajo de Morrison, nos hemos gozado en las viñetas de Fernández que, como nos tiene acostumbrados, ilustra las palabras de Seeley con acierto y buen gusto, consiguiendo una réplica del trabajo de Quitely e Irving, pero con el acento ibérico de ribetes casi mangaezcos que nos tiene cautivados.
Tras la pista de Shawn, la novia supuestamente embarazada de Grayson; Nightwing y Robin —rememorando al mejor Dúo Dinámico de la historia— viajan a Europa siguiendo la pista de alguien que parece conocer demasiado bien al dueño del culo más posteado del Internet.
¿Quién será este?

Ah... Bendita nostalgia...

El cliffhanger del número anterior nos dejó una viñeta a página completa de la nueva amenaza de Naigüín, su doppelganger Deathwing.
¿Será él la mente maestra tras este estrambótico plan?
La premisa de que un gran enemigo de Batman es el antagonista principal de Grayson en este arco, bien nos lleva a pensar que hay alguien por encima de Deathwing. Aunque, claro, si hiláramos más fino bien podríamos torcer un poco la sentencia y pensar que este Batman mencionado no es otro que el propio Nightwing que tomó el manto tras “Batman R.I.P., y que se enfrentó a poderosos enemigos, algunos prestados de la galería de Wayne… y otros propios creados ex profeso
Como sea, la experiencia nos dice que el villano principal rara vez se revela de inmediato y eso es parte natural de un género que bebe continuamente de las vueltas de tuerca y de los cliffhangers impactantes. Y en este número #17 comprobamos cuán cierto:
Tras arribar a una abadía abandonada, al mejor estilo Dan Simmons, nuestros héroes se enfrentan cara a cara con Deathwing en una batalla que el enemigo lleva de lo más bien, logrando encerrar en un nicho a Damian —tal como ocurrió alguna vez bajo la pluma de Morrison— e hiriendo a Nightwing con un pequeño estilete que hunde a nuestro héroe en un viaje lisérgico más allá de las puertas de la percepción.

Niños, las drogas son dañinas... Nos hacen ver Multiversos...

Una visión que muestra distintas versiones que hemos conocido de Dick Grayson, tanto dentro de la continuidad como en lo que alguna vez se denominó Elseworlds —incluida la versión original de Deathwing, el Dick de Tierra 2, el Talon de Tierra 3 y el Richard Graustark de “Thrillkiller—. Escena que, por lo demás, ha levantado toda serie de teorías sobre a qué estado accede Grayson en ese momento: si sólo una visión ilusoria o un vistazo al Multiverso mismo.
En el contexto de “Rebirth”, cuando aún queda tanto por revelar, cualquier conjetura es válida y cualquier detalle, por baladí que parezca, no puede ser pasado por alto.
Valga también mencionar las distintas versiones que Dick ve de Damian cuando éste se acerca a ayudarle gracias al poder de su cabezadura, la que incluye a BatDamian en el “Batman” v1 #666 escrito por el pelón británico… o irlandés… o whatever
Sí, porque como ustedes deducirán, el encierro de Damian y la derrota de Naigüín es sólo un instante que, tras la vuelta de página, se transforma en victoria para nuestro Dúo Dinámico y su… oh, oh, ¡esperen un momento!
¡Otro doppelganger aparece! Un Robin con el mismo tipo de cara/máscara. Un Robin que decide ayudar a nuestros paladines y que revela al jefe del siguiente nivel: el siempre recordado Professor Pyg.

Oink, oink... oink...

Es él quien tiene en su poder a Shawn y quiere hacer de ella su propia Eliza Doolittle —en clara alusión a la obra “My Fair Lady, inspirada, a su vez, en el mito griego de Pygmalión y Galatea—.
La última página de este cómic nuevamente nos deja un cliffhanger atrapante con el chanchito regalón de Morrison amenazando la misma existencia de Defacer; pero, a la vez, revelando que tanto Deathwing como este Robin sin rostro son simples Dollotrones del desquiciado profesor —¡y qué gusto volver a usar el término Dollotron! Sabe a buenos tiempos—.
No obstante, la duda persiste: ¿es entonces el Professor Pyg la mente criminal detrás de este ataque que busca la destrucción de Naigüín?
Un adelanto de Fernández en su cuenta de Facebook muestra al aún mayor gloriosos Dr. Hurt de vuelta al Bati-Ruedo, pero… ¿es lo que pensamos? ¿Es otro Dollotron?
Las preguntas y las ansias por saber qué viene a continuación se acumulan en el que, ya podemos vaticinar, acabará siendo el mejor arco de Nightwing desde su “Rebirth”.
Por el momento, celebremos este “Nightwing” #17 y hagámonos eco de las propias palabras de Seeley en Twitter: Maybe this has something to do with those Nightwing visions in issue 17?
Las apuestas están servidas.

Ouch... Eso duele más en el orgullo que en el cuerpo...

Nosotros seguiremos al borde de una gárgola, vigilando al Ala Nocturna y al Petirrojo, atentos a cualquier novedad que nos permita seguir disfrutando de “Nightwing Must Die!”.
¡Brindemos por eso!

Bueno, yo con algo fuerte para hombres… Ustedes con leche para que sigan creciendo…

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