Reseña: “Batman” #20 - “I Am Bane”, última parte


Título: I Am Bane - Part Five.
Guión: Tom King.
Dibujos: David Finch.
Tintas: Danny Miki & Trevor Scott.
Colores: Jordie Bellaire.
Letras: Deron Bennett.
Arte De Tapa: Finch, Miki & Bellaire.

Mientras El Murciélago y El Grandote se preparan para el anticipado enfrentamiento *guiño guiño* final, nuestro héroe recuerda al mejor estilo Captain Tsubasa lo que viene sucediendo desde que conoció a los Gemelos Góticos hasta esta instancia decisiva.

De esta manera tenemos una recapitulación de lo que fueron los dos arcos anterioresAlgunos creerán innecesario el uso de este recurso, otros probablemente no, pero lo curioso es que aquí nos topamos con varias justificaciones para las acciones puntuales vistas hasta la fecha que, amén de ser relleno, de alguna manera le dan un extra a todo el embrollo que fue la trilogía "I Am".


Bane, entre tanto, le cuenta a Batsy todo lo que hará una vez que lo derrote: le partirá la mandarina en gajos a toda la Bati-Familia, sus Bati-Amigos, las Bati-Mascotas de Robin y demás, tanto a los que ya lo padecieron como los que aún no. Cómo verá a la ciudad en llamas pidiendo por un héroe que no vendrá, para luego aplastar a Gotham 
(la ciudad, porque el muchacho está muerto y su hermana también lo estaría para ese entonces). Durante todo el palabrerío que vomita el mandamás de Santa Prisca y los recuerdos de Bruce, Batman recibe otro un durísimo castigo, pudiendo devolver algún que otro sopapo bien puesto aunque con la balanza inclinada en favor de su oponente.

De repente llega un "momento Maldito Batmandonde el Murciélago contraataca con un bestial cabezazo a Bane cuando la batalla parecía perdida, y fin del asunto. Si, así nomás. Seguidamente nos topamos con un "momento Martha" donde descubrimos que todos los recuerdos de Bruce son parte de una ¿loca fantasía? en la que su madre relata lo sucedido. Es decir, en aquel escenario ficticio su madre sigue con vida y es quien lo reconforta, quizás como hacen todas las madres (o al menos deberían hacerlo) cuando nos mandamos cagadas.
    

LO QUE DEJÓ ESTE NÚMERO.

A decir verdad no sé por dónde empezar porque, en definitiva, es más que profunda la decepción que tengo con esta entrega, no así con el arco.

El final fue demasiado abrupto y muy decepcionante. De repente un Encapotado que sufrió un castigo terriblemente exagerado incluso para un cómic sale al grito de “¡Yo Soy Batman!” con un cabezazo para apagarle la luz a Bane, algo que más bien parece digno de "The LEGO Batman Movie". Uno casi siente lástima por Bane que, después de haberle dado duro al Detective en tres ocasiones entre el arco anterior y éste, termina perdiendo su cura (el Pirata) y mordiendo el polvo por segunda vez entre cuestión de meses, cargando además con la culpa de terceros sin comerla ni beberla. Si nos ponemos a hilar un poco más fino, llega un punto donde se complica para distinguir al héroe, al villano y a la víctima de esta historia.

Usar a Martha Wayne como una suerte de conciencia de Bruce fue más que bizarro. Como decía antes, le resalta todas las cosas buenas o positivas de todo el lío que hizo aunque finalmente Bruce Thomas Wayne admite ante su madre que no cree haber ganado a pesar de que arriesgó amistades, familia, algunos villanos que no le importan a nadie, y su ciudad para salvar a Claire Clover. Algunas frases de mamá Martha son memorables, como cuando recuerda el episodio del avión en la apertura de “I Am Gotam”: “… Es tu poder, muchachito. No ves lo imposible. Ves la posibilidad que nadie ve…”.

Muchos ya sabíamos que aquí revelarían el segundo nombre de Bruce. No muy arriesgada la decisión, ¿verdad? En “Batman Adventures” v2 #14 (2004) Martha le dice justamente “Bruce Thomas”. Por si vale el dato, en el Elseworld “Holy Terror” de 1991 su segundo nombre es “Anthony”. Y en caso de que nunca investigaran en Wikipedia (?), les cuento que el apellido Wayne es un homenaje al General “Mad” 
Anthony Wayne, que peleó en la guerra de Independencia de Estados Unidos, mientras que “Bruce” hace alusión al rey escocés del Siglo XIV Robert Bruce. ¡Con algo había que rellenar! Qué trucazo, ¿no?


Aquella viñeta del Joker que causó revuelo el fin de semana previo a este lanzamiento e hizo fantasear a muchos con el regreso triunfal del personaje al final formaba parte de una fantasía (o un sueño si prefieren para que suene menos erótico, a menos que…) en la que los hermanos Clover estarían junto al Orejas Puntiagudas para ayudarlo ante el bestial ataque de uno de sus enemigos más peligrosos. Lo curioso es que al parecer los super-muchachos llegaron un poco tarde porque el conteo de cuerpos es grande aunque lo importante es que todos están sonriendo (?)

Insisto en que el arco me gustó pero el cierre es inmundo y colabora para que esta aventura, como un todo, termine teniendo poco sentido en comparación con las otras. O sea, ¿por qué el deseo de humillar a Bane gratuitamente sabiendo lo que podía llegar a pasar? ¿Para qué arriesgar una fuga masiva del Asilo Arkham y poner en peligro toda la bendita ciudad? ¿Por qué no pedirle ayuda al menos a un miembro de cualquiera de las dos Justice League actuales o al resto de la Bati-Familia extendida? Podríamos seguir nombrando inconsistencias una tras otra aunque ya lo hicimos en reseñas anteriores por lo tanto no vale la pena. Ustedes deciden qué conclusiones sacar al respecto de este despropósito argumental.

Por ahora creo que el Batman de King sigue en fase experimental, el autor continúa buscando su versión a base de prueba y error, y este es el resultado para bien o para mal. Si a eso le sumamos unos cuantos números que parecieron estirarse de forma innecesaria, crossovers de por medio y cambios creativos de última hora, algo que seguramente tiene que ver con los plazos de entrega en “Rebirth” y la necesidad de hacer tiempo por mandato de la editorial, puede que la valoración general de su trabajo pierda todavía más puntos, sin embargo en lo personal sostengo que me gusta el trabajo de Tom hasta acá y creo que puede (y dará) más.

Sin menospreciar el fascinante desempeño de Mikel Janín, Hugo Petrus y June Chung, a mi gusto el laburo de Finch y compañía en “I Am Bane” fue el mejor de los tres arcos, aunque en este número puntualmente hubo un par de viñetas un tanto perjudicadas por el entintado. Detalles más o menos, me gustó ver tanto al Duque de la Muerte, a quien dibujó recibiendo un puñetazo hace poco, como los flashbacks de “I Am Suicide” donde imitó junto a la colorista Jordie Bellaire el estilo minimalista del equipo creativo a cargo de aquella aventura.

Y así se termina una etapa en el run de King, con aciertos y errores notables, con grandes ideas ejecutadas de manera cuestionable, pero aún así con un pronóstico prometedor a futuro, especialmente en lo que respecta a “The War of Jokes and Riddles”. De todas formas no me quiero adelantar, ahora la única prioridad es “The Button” así que habrá que estar atentos para ver cómo afectará este crossover al resto del Universo DC. Ah, y antes de que me empiecen a insultar: Pido perdón a quienes se vayan a decepcionar por el poco veneno que esparcí en este número (?)

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
No me gusta este batman, lo que creo es que se arriesgó solo (sin liga ni nada) porque su plan es cuestionable, usar a gotham girl para hacer su justicia (y usando de paso a todos) y eso... salvó su herramienta arriesgando todo para hacer cumplir su vision
Mariano Romero ha dicho que…
La verdad que tanto "Ai am Bein" me hizo acordar a la frase de cierto bicharraco de madera, que apareció en cierta película de temática espacial. Casi esperaba que apareciese un animalito parlante con una super-ametralladora, diciendo "oh, yeah" (?). Con respecto al número, todo ese "psicoanálisis" sobre Bruce, y sus motivaciones a lo largo de esta nueva etapa, me ha parecido muy acertado, pero el resto de la trama se mueve entre el cliché y el sinsentido.
Y luego está el pobre Bane, que todavía no puede salir de ese grupo de bati-villanos que han tenido su momento de gloria, pero que hace mucho que están sumidos en la mediocridad.
Muy decepcionante ha sido todo esto.
Aún así, gracias por la reseña 😉