Reseña: “Nightwing” #19 - “Nightwing Must Die”, cuarta parte

All it will take… is a little blood

Título: “Nightwing Must Die!”, parte cuatro.
Escritor: Tim Seeley.
Artista: Javier Fernández y Minkyu Jung.
Colorista: Chris Sotomayor.
Rotulador: Carlos M. Mangual.
Portada: Fernández y Sotomayor.
Portada variante: Ivan Reis, Oclair Albert y Sula Moon.

“La mejor sangre es, en primer lugar, la menstrual regida por la luna. Luego le sigue la sangre nueva de un niño, es decir la que cae de la hueste celestial”.
(“Liber Legis”, capítulo 3, verso 24, Aleister Crowley)

¡Sí!
Lo que todos esperábamos se ha confirmado en este nuevo y pródigo número de Naigüín.
Simon Hurt es… Simon Hurt.
Sí, sí, ya sé que suena a guión de telenovela, pero créanme que éramos muchos los que nos preguntábamos si este Dr. Hurt era realmente él, o uno de los tantos dollotrones de Pyg.
Es un alivio que desde las primeras páginas, con su escenografía sacrificial, nos conteste esa duda.
Directamente sacado del run de Morrison, pasando por la escuela del Maestro Crowley, he aquí al hombre…
Y si a ello sumamos que no nos la jugaron chueco y Hurt es realmente el malo maloso y no alguien manipulado por otro malo en las sombras, sólo podemos exclamar: ¡sí!

Grayson y Tsang serán papás. Esperemos que se hayan casado para mantener la moralidad de los niños que leen estas cosas.

Vámonos a la chuchoca de una:
Tras recuperar a Shawn de las manos del perverso Professor Pyg, Nightwing debe emprender una nueva búsqueda, esta vez para rescatar a Damian, quien, con la ayuda de Deathwing, ha sido secuestrado por el Doctor Simon Hurt, la mente maestra tras este plan de venganza contra el culo más posteado de Internet.
Como hemos visto en capítulos anteriores, seguir la pista resulta bastante fácil porque siempre hay alguien, un sobreviviente, que les dice a dónde se han llevado al plagiado.
Y esta vez, las pistas conducen al Sahara mismo, ese místico sitio que respira ciudades perdidas. Donde un bárbaro de las tierras de Cimmeria al norte vagó al son de su mandoble, decapitando lo mismo a monstruos, magos, reyes, ladrones y mujeres malditas, con la mirada fría y celeste siempre alerta, y el grueso puño presto. Asaltando ciudadelas como Estigia, Luxur, Keshatta la plagada de brujería, Shem y otras. Amigo del buen y mal vino, amante de mujerzuelas y princesas. Buscando un reino sobre cuyo trono sentarse y que, tras largas fatigas encontró en Aquilonia misma, a muchas millas de su tierra natal.
Si no saben de quién estoy hablando, es que de cómics y literatura pulp saben menos que lo que el editor del Blog de Batman sabe de mujeres. ¡Ya! Váyanse a Wikipedia por lo menos y después vuelven por estos lares. ¡Y que Bêlit les corte el colgajo y lo arroje a las corrientes de la Costa Negra!

Estos dos se tienen ganas... Seee...

Volvamos a lo nuestro: al más puro estilo Indiana Jones, Naigüín y Tsang se internan en las arenas saharianas para ser emboscados… ¡y resultar ellos los emboscadores!
Pelea aquí, saltimbanqui acullá, pronto dominan la escena y ¡por enésima vez! un sobreviviente les da las señas. ¿Ven ese obelisco derruido? De ahí, tomen a la derecha, hasta la columna carcomida, luego tomen por la izquierda, donde hay un esqueleto de camélido, de ahí…
Pronto vemos a Grayson y señora —bueno, si están esperando un hijo es que deben estar casados, supongo yo. No me vengan con esas inmoralidades de países nórdicos— descendiendo a alguna catacumba, listos para ser atacados nuevamente por Deathwing, quien aún porta esa misteriosa daga capaz de rasgar el velo de la realidad —al estilo de la trilogía de La Materia Oscura de Pullman—. Un estilete que, al decir del Dollotron, viene desde el otro extremo del universo —música de The Twilight Zone, plizz—. Lo que, por supuesto, en los tiempos de “Rebirth que corren en DC puede significar muchas cosas… o nada…
Pero Deathwing es apenas el aperitivo para el plato principal: Simon Hurt, un especialista en darle mucho significado a su apellido.

Ni la casa de mi suegra es tan terrorífica... Cariño, no leas esta reseña, plizz.

Tras derrotar al doppelgänger, Nightwing avanza hasta la siguiente sala donde el gran enemigo se presta a sacrificar a Damian para obtener otra ración de inmortalidad.
¿Qué pasará ahora?
Todo queda en suspenso porque las estocadas de la mentada daga hacen su efecto y Grayson cae de bruces a, lo que suponemos, un nuevo viaje astral.
Con un nuevo episodio de “Nightwing Must Die!” perfectamente redondo y lleno de detalles necesarios —y sobrevivientes que te dan la dirección—, Seely y Fernández —apoyado a ratos por Jung… el dibujante, no el psicoanalista— siguen contándonos un magnífico arco de Ala Nocturna que, hasta el momento, no tiene puntos flacos.

A Crowley, padre de la iglesia satánica moderna, le gusta esto...

Sinceramente, el retorno de Simon Hurt no pudo estar en mejores manos.
Lo que nos espera ahora es la resolución de esta historia y, por los avances ya vistos, hasta al mismísimo Aleister Crowley deben caérsele los calzones por la emoción.

¡Nos vemos en la próxima!

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Muy buen arco de Seeley y compañia.
El ultimo episodio si le sumas a Dick, Damian y Hurt estará genial.
Batisaludos!
Anónimo ha dicho que…
Fasinante, lo unico que no me gusto es que describieran a hurt como un terapeura obsecionado con batman. Cuando en realidad es un ancestro de bruce wayne que utilizo conocimiento del hyperadapter de darkseid para obtener vida enterna. Aunque queda abierta la puerta con aquello de una fuerza superior que lo devolvio a la vida y que no es barbatos. Sera acaso el mismo dios con doctorado que vio reverse flash?
Unknown ha dicho que…
Se ve que la mejor manera de hacer una buena historia batmanesca o tipo pulp es poner interrogantes tras interrogantes que en su debido tiempo se van resoñviendo sin hueco alguno, osea que el escritor debe ser perfeccionista.