#EsperandoWW: De Lynda Carter a Gal Gadot, un repaso por las adaptaciones live-action de La Mujer Maravilla
Esperando Wonder Woman
A una semana del tan esperado estreno en cines de la primera cinta de
Wonder Woman, nosotros en el Blog de Batman hemos querido sumarnos
al ambiente de expectativa previa al evento.
Sí, ya sé que somos
el Blog del caballero ése, ¿pero quién puede restarse a la ocasión? Nosotros no, por lo menos. Y si hay que
justificar que hablemos de nuestra querida Amazona, bueno… fácilmente podemos
echar mano de las secuencias en que hemos visto a Diana Prince y Bruce Wayne interactuar en “Batman v Superman: Dawn of Justice” y en los adelantos de “Justice League” y, no lo pueden negar, se ve
que ese Batarang está buscando una tiara donde clavarse…
Queremos hablar
someramente, sólo para calentar motores, de la próxima película y nuestro
acercamiento viene por el lado de las anteriores apuestas live-action que, aunque quizá algunos no lo sepan, no se limitan a
la ya icónica serie de los setenta.
Pero antes, y
como nos gusta hacer por estos lares —que si no, el editor nos echa la bronca—,
repasemos un poco quién es esta superheroína que amenaza con convertirse en la
reina del ecrán.
Orígenes
Cuando se habla
del género de los superhéroes suelen mencionarse como piedras fundacionales a Superman y Batman. Y es cierto, ellos son la patada inicial de un invento que
perdura hasta nuestros días y continúa creciendo. Pero… pero hay un “pero” que
muchas veces pasamos por alto a intención —especialmente nosotros, los
matriculados en este Blog que le encendemos velas al Murciélago—: ambos, Sups
y Batsy, son personajes que se
basaron en anteriores personajes del pulp:
el kryptoniano tiene sus antecedentes
directos en John Carter y los sueños locos de un súper
hombre de Nietzche, y Batman en el Zorro, la Sombra e
incluso el Fantasma.
Sí, ellos
lograron conjugar lo que ya se venía haciendo en el rubro de lo fantástico y la
ciencia ficción, y crear un producto nuevo e irrepetible que, como ya
mencionamos, cimentó las bases de todo un género.
Sin embargo, en
una medio predominantemente masculino, con qué facilidad olvidamos a la gran
Señora de los superhéroes. La mujer que abrió un nicho donde antes predominaba
la testosterona.
Cuando pensamos
en Wonder Woman olvidamos que ella es, con todo derecho, la primera y
original mujer superhéroe.
Hasta antes de
ella, las mujeres eran simplemente las damiselas en peligro a las que el héroe
de turno salvaba. Diana Prince, por el contrario, no necesitaba
ser rescatada: ella era la valiente que ofrecía el pecho a las balas
—perdonándome la expresión—. Y, mejor aún, no tiene antecedentes previos en las
publicaciones de la época.
Creada por William Moulton Marston, vio la luz en
las páginas del número #8 de “All Star Comics” a fines del año 1941 y
desde entonces ha sido un personaje indispensable dentro de DC Comics,
hasta el punto de ser uno de los tres pilares que conforman la dichosa
trinidad.
Hoy, aún si
excluimos la película, es un personaje rápidamente identificable y, con toda
seguridad, la única superheroína reconocida por toda persona en cualquier parte
del mundo.
Aunque sus
características han variado de versión a versión y de época en época, la
esencia del personaje permanece inalterada: una Amazona que llega a nuestro
mundo y se convierte en adalid de los desprotegidos.
Base mitológica
Cuando hablamos
de Amazona, ¿de qué hablamos?
Para crear el background de Diana Prince, Moulton Marston tomó como referente al
pueblo de guerreras más singular de la historia: las Amazonas.
Nacidas dentro de
la mitología griega, las Amazonas aparecen en todo relato como guerreras
implacables, verdaderas némesis de los hombres.
Ubicadas
geográficamente en los inicios del Bósforo,
en la parte asiática de Turquía, su
historia es siempre abordada desde la aventura de algún otro héroe mítico que
entra en contacto con ella.
Es así que
conocemos a la reina Hipólita cuando
Heracles la seduce para robarle un
maravilloso cinturón o a la reina Pentesilea,
que pierde la vida combatiendo contra Aquiles
ante las puertas troyanas.
La tradición las
designa como hijas del Dios de la guerra Ares
y, por lo tanto, amantes de la caza y la guerra. Incluso se cuenta que, para
manejar de mejor manera el arco, se cortaban el seno (algunos postulan que su
nombre proviene de este hecho ya que “mazos”,
en griego, significaría “privadas de un seno”). Despreciaban a los hombres,
quienes sólo eran útiles como procreadores —aunque haya excepciones como el de
la Amazona Antíope, a quien Teseo desposó y de cuya unión nació un
hijo Hipólito—.
Cuando los
conquistadores llegaron a la costa Este de Sudamérica,
remontaron un ancho río en cuyos márgenes creyeron ver a las míticas guerreras.
Debido a ello, denominaron al río “Amazonas”.
Aún discurre por
tierras brasileñas…
El camino a la película
Gal Gadot, como ustedes saben muy
bien, no es la primera en portar los brazaletes. Pero tampoco Lynda Carter.
Ya en plena época
a-gogó hubo una aproximación al
personaje, quien, junto a Batgirl de “Batman '66”, conformaría una suerte de spin-off cuando los spin-off no estaban de
moda. Pero eso sólo fue un proyecto que no pasó del papel.
Unos años después,
en un dudoso intento de película para televisión, la rubia Cathy Lee Crosby portó el uniforme de Wonder Woman que, gracias a los olímpicos, no tuvo mayor repercusión —si
no saben quién diablos es Cathy Lee
Crosby, quiere decir que deberían estar tomando su leche y estudiando,
niñatos, y dejarnos esto de los cómics a los adultos—.
Sólo entonces
vino la musa de nuestros sueños húmedos de los setenta, nuestra querida Lynda Carter, que durante toda una vida fue nuestra única y gran Mujer Maravilla, Marvila, adquiriendo
tal asimilación con el personaje que ha sido la piedra de toque para cualquier
versión posterior que se ha querido hacer del personaje. Eso… hasta Gal Gadot… ¡Pero aún no llegamos ahí!
Por aquel mismo tiempo, un paro del Sindicato de Escritores de Hollywood echó por tierra el proyecto de George Miller de llevar al ecrán a la Liga de la Justicia con Megan Gale en el papel de la Amazona. De aquel proyecto, sólo nos quedan algunas imágenes de diseño.
Todo eso, hasta ahora…
Todo eso, hasta ahora…
La película
Cuando Zack Snyder se sacó de debajo de la manga su “Batman v Superman: Dawn of Justice”, pronto una de las sorpresas mayores fue la
inclusión de Wonder Woman en la entrega.
Las apuestas se
hicieron rápidamente. Todos tenían su candidata ideal. La mía siempre fue Lucy Lawless.
Cuando se supo
que Gal Gadot, una esquelética actriz —judía para más remate— sería la
encargada de darle vida al personaje, todos quedamos atónitos.
Pataleamos,
alegamos.
Y llegó “Batman v Superman: Dawn of Justice”. Y Gadot se
robó la película… y nuestros corazones.
Hoy, vistos los
múltiples avances de la cinta a estrenarse, leídos los comentarios favorables,
viéndola a ella en acción, sólo podemos agradecer su presencia.
Y esperar con
ansias su estreno.
De Lynda Carter a Gal Gadot —obviando lo olvidable—, Wonder Woman sigue pisando fuerte. La más famosa de las Amazonas llega el
2 de Junio (1º en Argentina). Tras su estreno, estamos seguros que el Universo Extendido de DC logrará la consolidación que tan esquiva le fue el año
anterior.
Comentarios
No entiendo bien el Judia para mas remate
Quiere decir que, además de ser flaca, Gadot es judía.
Bue... hoy por hoy ya no está tan flaca, pero te puedo asegurar que sigue siendo judía.
Sinceramente,
Mena
Su sionismo encubierto saldrá a la luz después que hablemos... Justo cuando usted esté quemándose en el horno y yo escuchando "Dance to the end of love" de mi amado Leonard Cohen.
2 el Amazonas fue yamado así porque los colonos se encontraron con pueblos indígenas en donde las mujeres eran fieras y tenían el mismo poder político y social de los hombres.
¡Haz de cuentas que escribí "israelí para más remate".
Caí en el clásico error se confundir religión con nacionslidad. Como con los habitantes de la India, a quienes llamamos hindúes en lugar de indios.
Hindúes sin los que profesan el hinduismo.
¡Geacias!
Del primer punto ya me wxplayé en el anterior comentario.
Respecto al segundo, ¡interesante aporte!
Seguramente circula más de una versión sobre el origen del nombre del río Amazonas.