Cassandra
Título: “League of Shadows”, parte 5: Fists of Fury.
Escritor: James Tynion IV.
Artista: Marcio Takara.
Colores: Marcelo Maiolo.
Rotulado: Sal Cipriano.
Portada: Eddy Barrows, Eber Ferreira y Adriano
Lucas.
Portadas variantes: Rafael Albuquerque.
Había una vez una niña que pensaba que era una
sombra…
Así comienza
esta nueva entrega de “Detective Comics”.
Una niña inconsciente,
un alma piadosa que la ha recogido y la arrulla con las palabras de un cuento
infantil.
Retomando el
personaje de la bailarina de ballet del Anual,
Tynion prosigue su labor de coger a Orphan y transformarla en algo más… algo más que una sombra.
Como ustedes
con toda seguridad habrán visto —y espero que no sólo en la pantalla de un
televisor, sino desde la taquilla de un teatro—, el espectáculo de ver a una
ballerina evolucionando sobre el escenario es inolvidable, sobrecogedor y
admirable.
Formadas desde
la tierna infancia, el camino de una ballerina es uno de los más duros y
sacrificados de todas las artes.
Prácticamente
se sublima el interés personal en pos de transformar el cuerpo en un
instrumento, en un lienzo sobre el cual plasmar todas las emociones que un
autor quiere expresar en su composición.
La ballerina
no usa su voz para comunicar, usa su cuerpo.
Sería
interesante que, en sus comentarios, nos hicieran conocer qué ballet han tenido
oportunidad de disfrutar. Seguramente aquella experiencia les ha servido para
leer entrelíneas este número #955 de
“Detective Comics”.
Para mí, en lo
personal, es un placer escribir para ustedes y compartir mi propia experiencia.
Cuán acertado
es Tynion al colocar como contrapunto
de Orphan a esta bailarina: ambas
son diversas expresiones de un mismo método de trabajo y educación. Una, por
supuesto, educada para usar su cuerpo para la belleza. La otra, para la muerte…
pero ¿no hay en la muerte acaso un tipo de belleza también? —Ojo, que estamos
hablando en un sentido puramente intelectual y simbólico. No queremos aquí
pelotudos que busquen excusas para sus depres de niño malcriados—.
Tanta importancia
tiene esta incipiente relación entre las dos, que todo el número queda
circunscrito a una bailarina de ballet, una asesina inconsciente y un cuento
sobre una niña que creía ser una sombra.
Vemos, sí, a
todo el Bati-Equipo capturado por Shiva,
Batman incluido. Todos, a punto de
afrontar la muerte en una escena casi calcada del clímax de Wolfman y Pérez para su “The Judas Contract” del año ’82.
Mas, aun
aquella escena es sólo el telón de fondo para la danza final de la Prima Ballerina de Tynion.
Orphan despierta y se encuentra con su salvadora. La simbiosis es perfecta. La
una es la otra.
Christine Montclair,
la ballerina, puede entenderla como nadie más.
Ambas
entrenadas hasta la perfección. Ambas, instrumentos de una obra mayor.
La clave está
en que, así como una bailarina decide convertirse en el prodigio que es; Orphan también puede transformarse en
lo que ella quiera, convirtiendo cada paso de su entrenamiento, en las
herramientas básicas para ejecutar su danza.
¿Qué piensas hacer?, pregunta la bailarina.
Convertirme en una sombra, retruca Orphan,
antes de lanzarle la frase más decidora de este arco: Mi nombre es… Cassandra Cain…
¡Tynion consigue lo que quiere de modo
hermoso!
Esa pobre
niña, entrenada para ser una asesina perfecta, cuyo único medio de expresión era
la sangre, supo salir de las sombras en las que fue criada para convertirse
ella misma, a su vez, en una sombra. Una sombra con nombre propio. Cassandra.
La Prima Ballerina lista para ejecutar sus últimos pasos de danza para dar
un final majestuoso a la obra que hemos conocido como “League of Shadows”.
El final no
puede ser más apoteósico en este número: Cassandra
es capaz de derrotar ella sola a la entera Liga.
Cuando llega
el momento de enfrentarse a Shiva,
es hora de que el elenco completo entre a escena.
Cassandra es una artista de la muerte. Todo el equipo de “Detective Comics” son sus
acompañantes.
Llegó el
momento del Grand Finale.
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