Reseña: “Nightwing” #20 - “Nightwing Must Die”, última parte

Grayson. You…you… are an Idiot

Título: “Nightwing Must Die!”, parte cinco - Finale.
Escritor: Tim Seeley.
Artista: Javier Fernández.
Colorista: Chris Sotomayor.
Rotulador: Carlos M. Mangual.
Portada: Fernández y Sotomayor.
Portada variante: Casey Jones y HI-FI.

Pese a todos los malos presagios que teníamos enfrente tras el anterior arco de Naigüín —ya saben, el bodrio de “Blüdhaven ése…—, Seeley supo taparnos la boca como si el mismísimo culo de Grayson se nos hubiese sentado en la cara —ya lo quisieran algunos por ahí… Si pudieran ver la cara de mis colegas del Blog en este momento, tratando de pasar desapercibidos tras mi comentario…—.
Seeeeee… “Nightwing Must Die!” fue un tremendo arco que nos atrapó a todos.
Un arco que, página a página, Seeley —con su inseparable sidekick Fernández— fue construyendo. De menos… a más…
Sí, claro, la presencia odiosa de Shawn —esa arrimada, como las llaman en las teleseries caribeñas— nos hizo ariscar la nariz en un comienzo.
¡Y verla tan repanchigada con nuestro querido Nightwing! Aquello no auguraba, por cierto, nada nuevo —obviamente, decimos “querido” en un sentido cristiano y virginal… no en el sentido griego…—.
Pero nos equivocamos.

¿Alguien quiere un pedazo de Damian?

Y el primer indicio fue la aparición de Deathwing.
Rescatado del olvido noventero, esta reinvención del doppelgänger de Grayson cumplió nuestros más públicos —y púbicos—deseos. Ver a la Defacer desaparecida.
Pero como esto es un cómic —lo siento, niños, esta no es la vida real. Ésa es otra cosa que transcurre a unos cuantos metros más allá de la revista que leen—, y ninguna historia de cómic es tan simple como “malo se roba a la novia del héroe, el héroe los sigue, el héroe derrota al malo, el héroe se queda con su novia”… ¡esperen! Creo que es así, sólo que con más florituras.
El caso es que no todo era tan simple como parecía: Shawn, como cualquier robahombres sabe, se la juega con lo del embarazo y Grayson, taaan corazón de abuelita, se la traga toda —la farsa, hombre, ¡la farsa!—.
Por eso, cuando Deathwing la plagia, nuestro Maestro Polla enloquece.
Añádanle a ello un poco de Damian celoso del hermano mayor y ¡voilá! Tenemos a la mejor versión del Dúo Dinámico que alguna vez Morrison escribió.

Inmortal o no, Hurt no encaja muy bien los puñetazos...

Y si están ellos, está el Batimóvil volador… y está ese extraño Professor Pyg y sus dollotrons.
Pese a ello, ustedes ya saben, los buenos autores no revelan al verdadero artífice hasta el final… o hasta dos números antes del final.
Porque si está Bat-Grayson y Robin-Damian, está el Profe Pyg, ¿qué nos falta para transformar a “Nightwing Must Die!” en el arco más certero desde la patada inicial de Rebirth?... ¡Exacto! El Joker siendo palanqueado por Rob… ¡NOOOO!
Lo que nos falta es el mejor enemigo de Batman que Morrison supo crear en su run.
Sí, el mesmito Doctor Simon Hurt.
Tras su aparición e inmediato rapto de Damian para estrenar el filo de su cuchillo, la acción se desmadró.
Visiones de realidades alternas, o posibles futuros, de por medio, Naigüín siguió corriendo contrarreloj para evitar lo inevitable: detener a Hurt antes de que este ofreciera al enfant terrible.
¿El resultado? Un magnífico número final. El que estamos reseñando justo ahora… ¿Qué? ¿Qué se pensaban que estaba haciendo aquí? Bueee… Hay que hacer la introducción larga, que la paga es por palabra.

Maldito niñato presumido.

Como ustedes recuerdan, el número pasado nos dejó justo cuando Hurt intentaba metérsela a Damian y Nightwing entraba en la cámara sacrificial… Er… sonó raro aquello… faltó la palabra daga… creo que he leído demasiados mangas yaoi
El enfrentamiento entre el centenario enemigo y Ala Nocturna es fenomenal. No sólo por la violencia desplegada, sino por la fuerza moral y espiritual que despliega Grayson para hacer frente a este reto.
Pero también es importante porque nos ratifica que este que era Hurt y no otro dollotron o alguna marioneta de un enemigo superior. Porque, la verdad sea dicha, desde la banalización de Ra’s al Ghul, nuestra única esperanza de un contendiente digno de Batman y Nightwing era Simon Hurt —sí, sí, ya sé que en sus últimas apariciones, Ghul ha mejorado su carisma, pero aquí estamos reseñando “Nightwing” y no otro cómic y aquí, La Cabeza del Cachudo sigue siendo pueril—.
Y Seeley supo cuidar al personaje Hurt y reafirmar su casi satánica presencia.
El final podíamos adivinarlo. Tal vez no contábamos con la oportuna intervención de un redimido Deathwing, pero sabíamos que nuestro héroe vencería.
Damian, como ya es su costumbre, nos burló a todos y su comentario al “regresar” de la aparente muerte es sólo digno de él: Grayson… eres… un completo idiota
Ya saben, amor de hermanos: hoy se odian, mañana se aman.
Escapando por los pelos, Naigüín, Damian… y ésa… salen del templo derruido justo cuando se manda abajo con Deathwing y Hurt atrapados en un lazo letal, destinados a compartir la muerte… ¿o no?
Todo termina a lo grande en este “Nightwing” #20.

Un clímax a-gogó. Deathwing y Hurt se la clavan mutuamente

A pesar de que tanto se nos machacó que Naigüín debía morirse, se salvó.
Damian se reencontró con su partner. The heir of the mantle of the Batman. The original Robin. Como apunta el odioso chiquillo.
Shawn tuvo que revelar su engaño de adolescente para atrapar al novio. No estaba embarazada… Y tuvo que dejar ir al muchachote. ¡Bien le está por aprovechada! Claro que no se queda sola: le acompañan las horribles pesadillas que se ganó en el atelier de Pyg. ¡Por querer robarnos a nuestro pajarillo!
Hurt, como ya insinuamos antes, quedó sepultado y enfrentado a la muerte, pero nuestro corazoncito de Morrison-lovers nos dice que ya lo veremos alguna vez. Esperemos que sea tan a lo grande como lo hizo Seeley.

No le crean. Se hace la víctima...

Y Nightwing… Ah, el gran Nightwing ha crecido un poco más, reencontrado consigo mismo. Listo para enfrentar el siguiente reto —¿alguien dijo Blockbuster?— y, en una realidad alterna, cargarse a medio DC.
Sólo queda agradecer a Seeley y Fernández por acudir a la nostalgia para continuar construyendo el futuro del integrante más joven de la Bati-Trinidad.
Las citas que hicieron de la labor de Morrison se agradecen. Fue un magnífico rescate de personajes. Y el devolvernos a Hurt justo y como lo recordábamos, sobrepasa cualquier aspiración que tengamos como reseñadores y como fanáticos.
Grayson y Damian juntos siempre son una buena combinación.
Su Dúo Dinámico es considerado por muchos —me incluyo— como la mejor versión de la Bati-Pareja.

Quizá por ello, para rematar esta reseña, sólo podemos parafrasear al heredero de Batman sentenciándole al Robin original en la última viñeta de este arco: Ellos aún son los más grandes.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Siento que en esta página o blog los administradores son más fans de Dick Grayson que de Bruce...

Aburrido, nimodo aún busco a un fan como Javi Olivares de Superman, pero de Batman...lástima que no lo encuentro en ningún blog, ni página

ADIÓS dizque blog de batman