Reseña: “Detective Comics” #957 - “The Wrath of Spoiler”

La piedra en el zapato

Título: The Wrath of Spoiler.
Escritor: James Tynion IV y Christopher Sebela.
Lápices: Carmen Carnero.
Tintras: Karl Story, Richard Friend y Carmen Carnero.
Colores: Javier Mena.
Rotulado: Sal Cipriano.
Portada: Eddy Barrows, Eber Ferreira y Adriano Lucas.
Portadas variantes: Rafael Albuquerque.

Tal vez muchos de ustedes tuvieron la desgracia de leer “Nightwing” #21.
Un capítulo de relleno de los peores que ha dado a luz este Renacimiento que, aunque parezca que fue ayer, ya lleva un año transformando el entero universo de DC Comics.
Dada la regularidad quincenal de mucho de los títulos más importantes de la casa de Superman, cada cierto tiempo nos hemos topado con episodios que, más que avanzar en la historia, son una suerte de respiradero para los artistas estables —en especial los dibujantes— a quienes los plazos persiguen con inexorabilidad de profecía bíblica.
Hay casos, como escribimos un poco más arriba, que han resultado un desastre —y penosos de reseñar, además—. Otros, sin embargo, a pesar de su mote de “relleno”, resultan bastante buenos y, en cierto modo, necesarios.


Este “Detective Comics” —el número #957— es un claro ejemplo de ello. Ubicado justo entre el arco “League of Shadows y el venidero Intelligence, este capítulo centrado en la ira de Spoiler no puede ser más oportuno… y necesario.
Recapitulemos: tras la desaparición de Red Robin, Spoiler cayó en una profunda depresión. Ella y Drake habían vuelto a conformar la pareja que eran antes de The New 52.
Luego vino The Victim Syndicate, que marcó profundamente a Brown y la llevó a alejarse definitivamente del equipo que la acogía.
Las dudas, el dolor no le permitieron seguir siendo un superhéroe, porque los superhéroes sólo sirven para dejar daños colaterales y en su búsqueda de justicia —o lo que sea—, no miran a quién está a su lado.
Stephanie Brown ya no podía ser parte de ello.
Tras eso, le perdimos la pista, sabedores, no obstante, que volvería a aparecerse por las páginas de este título. Ello porque Tynion IV, desde que se hizo cargo de “Detective Comics” al iniciar Rebirth, ha usado esta publicación como el crisol en que se ha producido el mayor cambio en los personajes ligados al Bativerso.


Le tocó a Batwoman, le tocó a Orphan y, en Intelligence, le tocará a Azrael. Ergo, sabemos que, en algún punto, Spoiler volverá a ser la protagonista de un arco que la redefinirá como actor relevante en el Bativerso.
Mientras llega ese momento, Tynion IV —acompañado por Christopher Sebela— nos regala este capítulo que si bien no es ninguna maravilla, cumple con su propósito de servir de puente entre dos arcos y de husmear un poco en lo que Spoiler está haciendo. “Interesante” es un buen adjetivo para describirlo.
¿De qué trata?
Obviamente es Brown poniendo en acciones sus palabras: ella no es ningún héroe y la Bati-Señal es casi una ofensa para su ideal. Por ello, y pese a los resguardos de Bullock —que de modo desesperante varía de edad entre cada título. Aquí parece un novato…—, uno de sus objetivos es sabotear la señal emblemática del Murciélago.
No corresponde a un tipo en disfraz tomar el lugar de la policía, intentar ejercer su propia ley.
Y lo demuestra cuando un tipo bajo el nombre de Wrath, a quien vimos durante el run de John Layman en “Detective Comics” v2
toma una cadena de televisión buscando sus 15 minutos de fama.


Su plan, atraer a Batman y enfrentarlo delante de las cámaras para así hacerse conocido, es desbaratado por Spoiler quien, de forma anónima, lo derrota y lo deja en manos de Bullock para que sea él, como policía, quién lleve el mérito.
Volvemos, pues, al eterno debate sobre el superhéroe y el súper villano: ¿quién es primero?
Bajo la mirada de Brown, es la actividad de Batman la que genera nuevos enemigos.
Es la presencia de los superhéroes la principal culpable de los crímenes que azotan una ciudad como Gotham.
¿La solución?
Enseñarle a confiar a la gente en sus cuerpos policiales. Demostrarles a los candidatos a súper villanos que no tendrán la publicidad que esperan. Hacerle entender a Batman que él es más un mal que un bien para la sociedad.
Spoiler está llamada a ser la piedra en el zapato de Batman.
Como dijimos, interesante. Un petit bouché para el próximo arco que se haga plenamente cargo de las demandas de Spoiler.


En el plano más técnico, Carnero dibuja de modo eficiente, pero nada distinto de lo que uno ve en tantos semana a semana. Tres entintadores le dan, además, una apariencia irregular al arte del número.
Sin embargo, aún así es un capítulo que se puede leer de principio a fin.
Que nos recuerda que todavía quedan historias por venir y que, de la acertada mano de Tynion IV, seguirán llamándonos a sus páginas. Algo así como una Bati-Señal para nosotros, los lectores.

¿Qué les pareció a ustedes? 

Comentarios