Reseña: “Nightwing” #23 - “Blockbuster”, segunda parte

¿Naigüín en las garras de Blocky?
What do you think our relationship is?

Título. “Blockbuster”, parte 2.
Escritor: Tim Seeley.
Artista: Minkyu Jung.
Colores: Chris Sotomayor.
Rotulado: Carlos M. Mangual.
Portada: Marcus To y Sotomayor.
Portada alterna: Casey Jones y Hi-Fi.

Todo comienza con el consabido flashback:
Roland Desmond, Blockbuster, debe explicarle a un medio incrédulo Naigüín cómo heredó el título de su hermano Mark y por qué él es diferente de esta suerte de Jekill y Hyde —por no decir Banner/Hulk, que el editor me descuenta por cada vez que menciono a la Casa de las Ideas—. Lo que es una excusa magnífica para conectar las actividades actuales de nuestro héroe con las andanzas clásicas del Chico Maravilla de la Época de Plata de los cómics.

No. No son Edward y Alphonse Elric. Son los hermanitos Blocky...

Ya saben: “Rebirth nos está devolviendo el derecho a la nostalgia. Y Seeley sabe sacarle provecho a la coyuntura.
Pero Blocky —como le decimos los amigos— no está pensando en chorradas semejantes. Lo que él quiere es convencer al ex-adlátere de Batman de que se una a su causa en contra de un tal Tiger Shark de malévolas tendencias y peores gustos para vestir.
¿Qué decisión tomará Grayson?
Digamos que el polluelo ése nunca le acierta.
Por ejemplo, Shawn. La que intentó amarrarlo con el viejo truco del embarazo.
En vez de alejarse de una feminazi en potencia, ¿qué hace nuestro héroe? Se acerca más a ella, se sincera emocionalmente —¡¿es que este hombre no aprenderá nunca?!— y resulta que cuando la niñita no recibe lo que quiere ¡tate! busca el teléfono para llamar a su antigua compinche de crimen, Pigeon. Bue… en realidad es la otra quien la llama, pero suena más truculento así.
Lo que le sobra en culo, le falta en sensatez a Naigüín.

Otra cita estropeada.

Para colmo, las relaciones con la detective Svoboda —seria aspirante a M.I.L.F.— no están del todo óptimas. Y eso que se nota que ella le tiene ganas y, por supuesto, todos nosotros en el Blog hinchamos porque se lo lleve “preso” a su habitación y le haga un par de torturas de esas tipo Operación Cóndor —si no saben qué diablos es la Operación Cóndor, les cuento que era una suerte de Mercosur de los ’80 entre las dictaduras de nuestros países. Aaaah… Los buenos ‘80—.
¿Qué más puede pasarle al muchachito?
Mmm… ¡Sí! Un arma con forma de mujer cyborg activada por un par de mensos y que Naigüín vence atravesándola con las uñas de un grúa horquilla.
Sí, contertulios: “Nightwing” #23 es una entretenida exposición de la relación de Grayson con las mujeres.

Esto está como teleserie turca...

Entonces, ¿le irá mejor con los hombres?
¿Qué hay de la proposición de Blocky?
Como reza un antiguo dicho “si las cosas van mal, no te preocupes que irán peor” y Ala Nocturna se dará plenamente cuenta de ello en las últimas páginas de este número cuando descubra el engaño y la trampa que Blocky y Sharky le han tendido… Sin contar con una nutrida galería de villanos de la cuál podremos explayarnos en el siguiente número cuando veamos cómo Naigüín se las afana para enfrentarse a todos ellos... Aunque ya les puedo adelantar que le birlamos un trío de malosos a Green Batman. Si Arrow le roba villanos a Batman para la televisión, ¿por qué Naigüín no puede pagarle con la misma moneda?
Shado, Count Vertigo, China White, ¡arrímense para este lado!

¿Será Svoboda la que se lleve el premio gordo?

Realmente, en el plano sentimental, desde que Ricardo Tapia rompió con Bruno Díaz y se fue a su propia cama, nunca ha podido rehacer una relación estable con mujer —u hombre— alguna, y sólo da palos de ciego intentando relaciones extremas con súper féminas como Starfire y Batgirl, o con machos como Raptor
¡Segunda parte de este nuevo arco y Seeley no permite que la historia afloje, lo que es de agradecer!
Cada vez más entretenido, con un par de sub-tramas que, sabemos, explotarán en algún momento, “Blockbuster” se ha transformado en nuestro arco regalón por este momento.
Ya tengo el siguiente número en mis manos, lleno de acción y… bueno, eso lo sabrán en mi siguiente reseña —que espero escribir pronto…—.

Ups... ¡Fiesta equivocada!

Mientras tanto, seguimos paladeando el buen gusto que nos dejó este número #23.
¿Y qué les parece a ustedes?
¿Debería Nightwing volver a los brazos de Batman, interponiéndose entre el Encapotado y Catwoman?
¿Debería yo dejar de ver tantas teleseries turcas?
¿Debería ponerme a escribir de inmediato la reseña de “Nightwing” #24?

Abur, amigos.

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