Reseña: “Nightwing” #25 - “Blockbuster”, última parte

Blockbuster quiere comerse a Naigüín. Y quién no... ¡Ups!
Extra-sized Dick

Título: “Blockbuster”, finale.
Escritor: Tim Seeley.
Artista: Minkyu Jung.
Colores: Chris Sotomayor.
Rotulado: Carlos M. Mangual.
Portada: Brad Walker, Andrew Hennessy y Sotomayor.
Portada alterna: Casey Jones y Hi-Fi.

Tiger Shark debe estar cobrando como pez en el agua con tanta aparición en los comics estas últimas semanas.
Lo tenemos aquí, en nuestro nido llamado Naigüín, y lo tenemos en “All-Star Batman, ese cuchitril que Snyder se inventó para sí mismo.
Claro que en ambos casos, los morlacos que se gana son a costa de verdaderas pateaduras.
Para ver cómo lo ha tratado la vida en “The First Ally, pues váyanse al otro lado: Snyder los espera con galletitas, leche y un ego súper inflado.
Si quieren saber qué ocurre con Sharky en Naigüín, pues ya saben que este es el lugar. No tenemos ni galletas, ni leche, pero sí tragos fuertes y heavy metal —que es lo que escuchan los verdaderos amantes de Nightwing, sino ahí tienen a Marvel para escuchar “Despacito”… y cierren la puerta por fuera, que se me hielan los piececitos—.

Faltó sólo "Time in a Bottle" y  Quicksilver los demanda por copia

¿En qué íbamos? Ah, sí.
Qué manera de terminar este #25 —¡un año ya, a propósito!— con una gran imagen de Tiger Shark derrotado, encerrado en un acuario. Y Blockbuster —más bien, Roland Desmond— ufanándose de haberlo derrotado, quedándose de paso, con el Marcus Casino.
Casino, por cierto —y no quiero pecar de entrometido—, que cuenta con un nuevo groupier: un muchacho guapo y de culo turgente. Responde al nombre de Ricardo Tapia, pero sus amigos le dicen Dick… y sus chicas le dicen Yes!
¿Y qué hace nuestro Naigüín metido en laburo semejante?
¡Esperen un momento!
¿No les parece si vamos por orden y no van por ahí como ninfas tontas por el bosque desparramando información al tuntún? No ven que los sátiros están al acecho…

Principiemos por el principio… O por el final… El final del número anterior donde vimos estallar el submarino de Tiger Shark con la colección de villanos y nuestro héroe de pompas conspicuas incluido.

Ese habano... ¿es para el after?

Justo cuando jurábamos que Dick ya era alimento para los peces, descubrimos que el muñeco se lanzó sobre Clock King, ya que este portaba ese dichoso chaleco congela-tiempo que rescataron Naigüín y Wally West en el #21“Split Second para más detalle—. Alguna utilidad que tuviera ese vergonzoso capítulo de relleno…
Aun a riesgo de un colapso molecular, nuestro héroe se las amañó para extender el campo de acción del dispositivo y, así, en una fracción de segundo, rescatar a todos los del submarino: es que se pasa de bueno y no podía aprovechar la oportunidad de librar a la humanidad de un buen número de enemigos. En fin, cosas de héroes. Para acostarse con sus Bati-Mentores, ni una moral. Para matar criminales sicópatas, unas verdaderas beatas. Piff…
Como bello durmiente de cuento, Dick despierta en la orilla de la bahía gracias al beso de la M.I.L.F de Blüdhaven, la detective Svoboda.
En una relación cuya dinámica comienza a ser bastante interesante, policía y vigilante intercambian impresiones, información y saliva. Habrá que ver qué tendremos a futuro porque a este Ala nuestro no le faltan oportunidades con las féminas y una madura… una madura siempre se agradece…
Pero Naigüín, no lo olvidemos, ya tiene su queridaO tenía. Porque tras salvarse por un pelo de la muerte, no encuentra nada mejor que replantearse la vida e intentar arreglar las cosas con la odiosa Shawn, quien resulta aun más odiosa que de costumbre y le da el corte como si rechazar a Nightwing fuera cualquier cosa.

Salva tu dignidad, por lo menos...

¡Cero empatía de la pelandusca esa!
El pobre y heroico Grayson viene de arriesgar su vida y la otra no haya nada mejor que salir con caprichos de niñita malcriada y terminar la relación.
La verdad, es lo que esperábamos; pero queríamos darnos el gusto de ver a Naigüín expidiéndole el finiquito a la susodicha.
¿Y Tiger Shark?
Siendo uno de los rescatados por Grayson, sus intenciones no son tan románticos cuando parte a buscar a Blockbuster —casi olvidamos que este arco lleva su nombre— y se encuentra que el Hulkoso se ha adueñado del casino.
Lo que ocurre a continuación es sencillamente delirante. Un tigre y un tiburón mutados atacan a Blockbuster, que se los despacha en un santiamén.

Belleza a doble página

Parece baladí, pero las escenas de Jung son vibrantes y contundentes —pero no te pongas celoso, Fernández, que sigues siendo nuestro favorito—. Lo mejor de este arco a nivel visual.
Cuando Nightwing llega al Casino, Blockbuster ha vuelto a la normalidad y en una escena llena de diálogo hiriente, ambos se juran enemistad, amén de un amago de pelea —no, nenas, nuevamente la portada resulta una hipérbole—.
Blockbuster, y este era el objetivo de Seeley, vuelve a tomar su lugar en el Blüd como era antes del estropicio de The New 52.
Nightwing lo tiene en la mira —por eso se busca trabajo en el Casino, ¿ven que todo cuadra?—.

Las cartas sobre la mesa

Shawn se hace la estirada… y le hace ojitos a Pygeon.
Y Giz… bueno, Giz no le hace caso a Grayson y se pone a investigar más de lo necesario y… y le cancelan el contrato en el cómic —por lo menos a Tiger Shark lo apalean bastante, pero de seguro lo volveremos a ver—.
¿Les gustó este número?
A mí sí, y bastante.
Tiene muchas cosas sucediendo con Grayson y eso evita los rellenos argumentales. Shawn, visto de un modo más serio, puede volverse realmente interesante si se llega a transformar en antagonista de nuestro héroe. La presencia de Pygeon no es gratuita.
Blockbuster también será un recurrente: su obsesión por “limpiar” Blüdhaven ciertamente chocará con lo que Naigüín entiende por “limpieza”.
Los mismos Run-Off, tras la muerte de Giz, bien pudieran mutar en algo más.
Y tenemos a la detective Svoboda. Ahí juego todas mis fichas.

Ni los tatuajes lo salvaron al pobre Sharky

Y Tiger Shark, el apaleado. Quizá el tiempo de encierro en el acuario gigante lo haga meditar en su dudoso gusto por la ropa con animal print y regrese por su revancha. Al fin de cuentas, estos son los cómics y aquí, todos tienen su segunda chance. ¡Menos tú, Giz! Tú te moriste y es para siempre. ¡Caso cerrado!

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