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Buena presa se agarró Cazadora. |
Cazadora
Título: “Spyral”, parte uno.
Escritor: Tim Seeley.
Artista: Javier Fernández.
Colorista: Chris Sotomayor.
Rotulado: Carlos M. Mangual.
Portada: Fernández y Sotomayor.
Portada alternativa: Casey Jones y Hi-Fi.
¡Sí! ¡Sí!
Huntress ha vuelto a la vida de Grayson.
¿No esperábamos eso desde que nuestro galán dejó Spyral y dejó la cena a medio cocinar con la morenaza esa?
Pero antes de
entrar en lo suculentozo, hagamos la
tarea: Hablemos un poco de Huntress.
Esta que tenemos
hoy en día deambulando por “Batgirl and the Birds of Prey”, no es la primera
Cazadora que ha conocido el
Bativerso. No, ni siquiera desde el reboot del 2011.
Huntress hubo desde los albores de DC Comics.
Ya en la Edad de Oro, nos encontramos con la
primerísima en portar el nombre.
Se trató de Paula Brooks y era del equipo de los villanos. Tuvo sus escarceos con Wildcat y acabó convertida en Tigress.
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"Nightwing", a punto de ser una publicación R-rated. |
Tras ella, y en plena Edad de Plata, conocimos una segunda versión: se trató de Helena Wayne Kyle, la hija de Batman y Catwoman de Tierra 2. A esa misma la pudimos reencontrar en el inicio mismo de The New 52, en las páginas de “Earth 2”, huyendo por los pelos del ataque de Steppenwolf a ese mundo y desembarcando en Tierra Prima donde adoptó la identidad de Huntress y se unió a Power Girl —la Supergirl también fugitiva de Earth 2— protagonizando “Worlds’ Finest”.
Tras el inicio de “Earth 2: World’s End”, ella volvió a Tierra 2 y, ya en “Earth 2: Society”, la vimos adoptar el manto de Batman —bien entrado el actual “Rebirth”—.
De vuelta a los
ochenta, y tras “Crisis on Infinite Earths”, DC nos brindó una nueva
versión. La Huntress cuyo nombre
verdadero era Helena Bertinelli.
Hija de un mafioso, decide adoptar el manto de la Cazadora para vengar la muerte de su familia a manos de un enemigo
llamado Omerta.
Perseguida por el
fantasma de una violación infantil, esta Huntress
se convirtió en uno de los personajes recurrentes —y favoritos— vinculados a la
Bati-Familia.
Justamente es
esta Huntress la que asoma su
ballesta por las páginas de nuestro Naigüín.
Claro está, revisitada durante la serie anterior de nuestro héroe “Grayson”, donde se conservaron
diversos aspectos de la Bertinelli
original, pero pudorosamente se eliminó lo referido al secuestro y abuso que
sufrió de niña.
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Mmm... la vieja excusa del masaje. |
¡Y listo!
Hecho el repaso
de rigor, podemos adentrarnos en las pompas de Naigü… digo, en los vericuetos de este nuevo arco que sucede al de “Blockbuster”.
Titulado “Spyral”, para cualquiera que haya
seguido el título “Grayson” el
nombre les es más que conocido y su relación con Huntress, más que clara.
Sin embargo, para
los lectores más avezados, o que llevan más años por estos lares Batmaníticos, hablar de Spyral es hablar de Morrison y no diré más.
El capítulo abre
con un momento triste: el funeral de Giz.
Desatendiendo los
consejos de Dick, el Run-Off hurgó más de lo necesario en
las armas que The Second Hand está traficando y eso le costó caro.
Grayson se siente culpable y para retratar su tortura interna, nada mejor que
ducharse delante de las cámaras para que nuestro laborioso Fernández —¡de vuelta por fin!— pueda dibujarlo en toda su culosidad.
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Shawn vuelve a ser Defacer. Y no, Pygeon no está desnuda, es el color que le puso Sotomayor. Damn... |
Justo para que Huntress haga aparición y luego de un forcejeo, decidan trabajar juntos para atrapar al asesino, un tal Gianni Dracul, que como todo italiano que se precie, está vinculado a la mafia y se ha ganado el apodo gracias a ciertos gustos transilvánicos que nada aportan a la trama, pero hacen un poquito más interesante al personaje, tanto como para que Nightwing y Huntress se trasladen a Italia en busca de su rastro.
Claro que en Blüd siguen pasando cosas: Shawn es tentada por Pigeon para que vuelva a las andadas y,
aunque en un comienzo se niega rotundamente, el capítulo cierra con la malvivida
colocándose la máscara de Defacer
una vez más, en un par de viñetas que nos hacen agradecer el regreso de Fernández al título: Javier Fernández tiene el don de
retratar a nuestros héroes —o villanos— en un lenguaje físico tan coloquial que
logra una verosimilitud que sólo es advertida por los trazos de tintas.
No obstante, y
como corresponde, la mayor parte de la acción se desarrolla en Palermo con nuestra flamante pareja de Vigilantes buscando al Gianni ese.
Claro que nuestro
Dick es astuto —no por nada
compartió conocimientos (y cama) con el mesmito
Batman, el Mejor Detective del Mundo— y ya sabe que la Cazadora no es precisamente una altruista, sino que algo busca
también; a saber, pistas para cumplimentar la venganza por la muerte de sus
padres —súuuuper original—… o tal vez
buscar al dueño del dedo que… Ups, de veras que en esta continuidad nadie le
enseñó a la nena de papá lo larga y dura que es la vida…
Como sea, la
investigación los lleva hasta un antro regido por un tal Argento —lo que viene a probar los eternos lazos entre la mafia
siciliana y los miembros argentinos de este Blog, empezando por el editor—; lugar donde ambos tiene oportunidad
de desentumecer los miembros viéndoselas por una parejita de la WrestleMania, a los que, obvioooo, vencen para, inmediatamente,
interrogar al signore Argento; quien, como cualquier argento
que se precie de tal, la suelta de inmediato —besos al staff del Blog—.
Cuento corto,
llegan al apartamento del asesino a sueldo. Sólo que llegan bastante tarde:
encuentran a Gianni ejecutado al más
puro estilo mafia, virgen María incluida, lo que demuestra además
los lazos entre el Vaticano, la
mafia y la Argentina. Seguro que en
cualquier momento nos salen con un Papa,
che…
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La parejita de visita en Palermo. |
Una revelación post mortem del finado les revela más de lo que hubieran esperado: este Gianni Dracul no era otro que el Agente 19 de Spyral.
2+2=4… y si Gianni trabajaba para The Second Hand, pero era un agente de…
entonces… y Tiger que no contestaba
las llamadas de Grayson… o sea que…
En una última
viñeta de lujo, llega la revelación, la vuelta de tuerca y el cliffhanger correspondiente: The Second Hand es Spyral y el cerebro detrás de sus maquinaciones es nada menos que
el mismo Tiger of Kandahar, el ex del
Agente 37.
Gran inicio de
arco. Seeley sigue luciéndose. Fernández en gloria y majestad. Sólo
esperemos tener trabajo aún para seguir reseñando las siguientes partes de este
arco —quizá el signore editor decida
no hacer nada… ya saben, tengo un pendrive
con información… sensible…—.
Como sea, miei fratelli,
“Spyral” arrancó. Huntress está tanteando el “terreno” de
Naigüín. El Agente 1 reaparece en plan malo. Sólo nos queda releer este
magnífico número #26.
Y esperar no despertar con una cabeza de caballo
sangrante entre mis sábanas…
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