Reseña: “Detective Comics Annual” #1 - “Clay”

Nobody really loves a monster

Título: “Detective Comics” Annual; Clay
Desarrolladores: James Tynion IV y Eddy Barrows
Tintas: Eber Ferreira
Colores: Adriano Lucas
Rotulado: Sal Cipriano
Portada: Barrows, Ferreira y Lucas
Citas en la reseña: The Cure, How beautiful you are

“You want to know why I hate you?
well I'll try and explain”

Basil Karlo
Claramente el gran protagonista de “Detective Comics” desde el inicio de Rebirth”.
No lo sabíamos, pero siempre estuvo ahí, escondido a plena vista.
Mientras pensábamos que las historias que importaban eran las de Red Robin, las de Batwoman, las de Azrael… En realidad, la única historia que debía ser contada era la de Basil Karlo.
Y decimos Basil Karlo” en lugar de Clayface” porque esta no era la historia del monstruo de barro, era la historia del hombre atrapado en el interior de la greda.


Tynion IV, una vez más, demuestra ser unos de los mejores escritores del Murciélago de los últimos tiempos, principalmente porque ha sabido hallar el tono justo entre la historia del Caballero Oscuro y la historia de sus sidekicks.
Aunque, en este caso, no deberíamos hablar de adláteres sino de compañeros que, hombro a hombro, combaten el crimen del modo que ellos creen correcto, ¡y cuánto ha acertado Tynion de nuevo al cuestionar incluso los métodos y metas del variopinto grupo de superhéroes refugiados en la Belfry!: desde el primer número de “Detective Comics” en la continuidad Rebirth” —ahora denominada con el sencillo banner DC Universe—, el autor dejó en claro que esta no sería una historia más de Batman.
En primer lugar, porque ya no se trataba del adlátere de turno, sino que esta vez de toda una banda de asociados unidos con un objetivo común, Gotham —lo que claramente la distingue de ese otro glorioso pan-título escrito por MorrisonBatman, Incorporated, donde el foco era internacional y de ayuda y colaboración casi ocasional—.


En segundo lugar, porque desde el primer arco protagonizado por los Batmen del Coronel Kane, descubrimos que el camino que emprenderíamos era el de la duda, el de exponer constantemente, ya sea por contraste o por paralelismo, lo que significaba en realidad un equipo de vigilantes actuando fuera de la ley.
Y es en este contexto único que la figura de Basil Karlo alcanzó la importancia y la preponderancia que acusamos hoy: “Detective Comics” es sobre nuestros actos y la consecuencia de estos, sobre nuestros crímenes y nuestra expiación.
Si ustedes están aquí, leyendo esta reseña —bastante atrasada, debo confesar, pero siempre necesaria—, es que han recorrido este camino que ha alcanzado su clímax en el número anterior con el disparo de Batwoman que ha matado a Basil Karlo.

“The child's eyes uttered nothing
But a mute and utter joy
And filled my heart with shame for us
At the way we are”

Y estamos ante el primer Annual de esta versión de “Detective Comics”. Y, como no podía ser de otra forma, está dedicado exclusivamente a Basil Karlo.
Un hiato necesario antes de abordar la última etapa de Tynion al mando del título.
Desde la hermosa portada de Barrows, Ferreira y Lucas —que emula a aquellos carteles hollywoodenses de tiempos anteriores—, hasta el oscuro y de a ratos furioso dibujo, sabemos que estamos ante una historia que se puede definir con dos palabras: sueños rotos.
Basil creció en un mundo de fantasía y monstruos de cine, un mundo que todos adoraban. Con una relación castrante con su padre, creció creyendo que podía ser amado transformándose en los miedos de los demás. Pero, ad portas del estrellato que anhelaba, acabó transformado en un monstruo, ya no hecho de maquillaje y efecto especial, sino que en uno real, uno que, naturalmente, la gente rechaza, teme y evita.
Basil, encarado con la realidad, se quiebra e, inevitablemente, comienza a descender a la locura y a transformarse en un monstruo, no sólo en apariencia, sino en espíritu.
La aparición de Batman nos da más luces del por qué Basil fue incluido en este grupo de “Detective Comics”: el Murciélago alcanzó a advertir que dentro de la masa gredosa aún ardía una chispa de humanidad que, alimentada de debida forma, podía prender e iluminar la vida oscura que el actor fracasado soportaba.
A destacar el trabajo de tintas de Ferreira que nos da una imagen dura, áspera. La página completa se vuelve asfixiante y nos ayuda a meternos en la piel —o la greda— del protagonista.
Muchas veces, en reuniones con los otros miembros del Blog de Batman, he comentado lo bien que el blanco y negro le hace a las historias de Batman y este Annual —aunque el trabajo de color es impecable y ayuda a distinguir momentos y estados— luciría aún más impactante en una versión así.
Como cualquier lector de Batman sabe, Basil se convirtió en Clayface y su camino ha sido muy largo dentro de los títulos del Encapotado.
El modo en que Tynion —y debemos agregar que de Barrows, ya que el concepto fue desarrollado por ambos (y explica esa exquisita consonancia entre texto e imagen en el número)— resuelve este imperdible Annual nos aterra… y nos acongoja a partes iguales.


Hemos aprendido a querer a Basil Karlo, incluso bajo la forma de Clayface —y es que hemos olvidado su alter ego malvado— y nos duele entender cómo llegó a ser lo que era. Nos duele que esa mano que le brindó Batman no haya bastado. Y nos duele que Batwoman haya apretado ese gatillo.
Pero más nos duele porque Tynion IV ha tenido la habilidad de entregarnos personajes que, más allá de las mallas, las máscaras y las capas, respiran como si de seres humanos reales se tratase. Personas enfrentadas a decisiones y tomando resoluciones que bien pueden celebrar o lamentar.
¿Por qué nos referimos a ello? Porque al leer “Detective Comics”, la historia siempre nos obliga a preguntarnos qué habríamos hecho nosotros ante una situación  similar. Y, al ser testigos de la muerte de Basil Karlo, no podemos evitar pensar que Batwoman tomo la decisión correcta, lo que, como lectores, nos provoca un conflicto moral que en los siguientes números de “Detective Comics”, Tynion y sus artistas intentarán resolver en el mini-arco “The Trial of Batwoman”.


Mientras tanto, tenemos este Annual. Tenemos a Basil Karlo con sus sueños y sus frustraciones. Tenemos lo que pudo ser y lo que fue finalmente. Tenemos a un monstruo de fantasía volviéndose un monstruo real. Tenemos, en definitiva, a una auténtica persona. Y, en el mundo pueril de las historietas de superhéroes, encontrar a una auténtica persona es un verdadero hallazgo que no podemos pasar por alto.
¡Gracias Tynion IV!

“And this is why I hate you
and how I understand
that no-one ever knows or loves another
or loves another
…or loves another”.

Comentarios

Eladio Garro ha dicho que…
Es lo único bueno que Tynion IV que supo hacer bien.