Reseña: “Aquaman” (sin spoilers)


Ante todo queremos agradecerle cordialmente a la gente de Warner Bros. Pictures por invitarnos a la premiere de esta película y pedirles disculpas a ustedes por tardar tanto en traerles nuestro análisis. A esa cosa llamada “vida real” se le dio por traernos problemas de todo tipo en esta época del año que de por sí es bastante complicada, pero aún así seguimos tan determinados como siempre en continuar con esta locura que decidimos llamar “El Blog de Batman”. Dicho esto, pasemos a lo que realmente importa.

Desde el momento en que Zack Snyder anunció que sería Jason Momoa quien daría vida al atlante, era sabido que pocos estarían realmente convencidos hasta tener la chance de verlo protagonizar su propia película de manera satisfactoria. No porque Aquaman sea un personaje especialmente complejo sino más bien porque para el público en general —aquéllos que no están familiarizados con el mundo del tebeo y que por lo tanto no conocen al Rey de los Siete Mares en profundidad— es considerado un chiste. Afeminado, incompetente en tierra firme, con un poder tan inútil como lo es el hablar con los peces, el rey de Atlantis simplemente no es tomado en serio. De este modo, el peso que James Wan y compañía llevaban a sus espaldas era grande. No solo estaba en sus manos la oportunidad para redimir de una vez por todas a un emblemático personaje de DC (o hundirse en el intento), sino que, hasta el día de hoy, el rendimiento de “Aquaman” en taquilla es fundamental para que el público, la prensa y tal vez hasta los mismos productores de Warner comiencen a confiar y sobre todo a apostar en este universo que están construyendo lento pero seguro.

Habiendo pasado ya más de una semana desde el estreno, podemos sondear la repercusión que ha tenido en el público y, dejando a un lado los números de taquilla, la frase que más circula en redes es “estoy satisfecho. Soy consciente que esta es una abstracción muy general, pero insisto, estadísticamente la película ha dejado buen sabor de boca en la gran mayoría de los espectadores. Este no es un dato menor. A diferencia de otras películas de DC como “Batman v Superman: Dawn of Justice” o “Justice League” que han obtenido respuestas mixtas, ya no hablando de la crítica, sino al interior del propio fandom, “Aquaman” consigue lo que anteriormente había logrado “Wonder Woman”, un consenso en la opinión del público en general. Consenso que, sin embargo, no está exento de críticas ni mucho menos.


Mi respuesta hacia la película es positiva, inscribiéndome así a la opinión general del público. Uno de los choques que tuve con el film es, en realidad, algo con lo que muchos podrán lidiar sin problemas al tratarse de un elemento muy subjetivo: el humor impreso en las líneas de diálogo. No estoy en contra de la comedia en este tipo de películas, es algo sumamente necesario, parte de la receta, pero en lo personal no conseguí conectar con las bromas de “Aquaman”, imagino que muchos otros lo harán, lo visto en el tráiler es un gran ejemplo de lo que pueden esperarse en este apartado. Si hago de la imposibilidad de conectar con el humor de la película algo baladí, sin demasiada importancia, es porque dicha imposibilidad no me priva de disfrutar, o incluso mejor, ni siquiera irrumpe en aquello que mejor hace la película: las escenas de acción.

Escuché a alguien decir “Aquaman es una película que se devora con los ojos”, y creo que es una forma clara y sucinta de expresar el punto fuerte del film. Las escenas de acción son espectaculares y no me cabe ninguna duda que todo el talento de James Wan fue puesto en ellas. Cabe recordar que el director ya había demostrado su gran competencia en la materia filmando la séptima entrega de aquélla saga de coches, y no es coincidencia que aquí también la cámara se sienta, por momentos, “rápida y furiosa”. Todos los personajes tienen la oportunidad de brillar en este sentido, no solo Aquaman, tanto héroes como villanos, en algún momento les toca ser partícipes del vértigo y sacar a relucir sus mejores movimientos. El resultado es una cantidad de acción sorprendentemente bien distribuida a lo largo de toda la cinta, que no cansa ni abruma, porque las locaciones cambian constantemente dando lugar a nuevas mecánicas y a la sensación de estar presenciando algo único y espectacular, otra vez.

En los momentos en que “Aquaman” no se centra en la acción, es cuando emergen las principales falencias del film: un guion plano, más bien mediocre, conformista, que difícilmente pueda sorprender a nivel argumental. Tal vez, para ser más justo y un poquito menos negativo, la palabra más adecuada sea “sencillo”, estamos ante un guion sencillo. Salta a la vista que la principal fuente de la que se nutrió el guion es el run que Geoff Johns desarrolló en The New 52, esto no debe extrañar ya que muchos lectores comenzaron a tomar en serio al personaje gracias a su trabajo. Historias repletas de drama, acción, color, aventura y con claros tintes shakesperianos, fueron todo un éxito en el papel. Estos elementos están presentes en el film aunque de una forma desbalanceada. Preponderan la acción y la aventura e incluso, por momentos, se respira un tenso ambiente de horror. El drama está ahí también, pero los diálogos simples y los bocadillos cómicos no dejan que tome un papel protagónico en ningún momento, salvo quizá, en los compases finales.


Sumado a este desbalance, hay que agregar la poca capacidad que tiene la película para sorprender a nivel argumento. Esto no significa que sea una sucesión de clichés necesariamente, pero incluso hasta los menos entendidos podrán vislumbrar la estructura narrativa de la película y anticipar varios eventos. Pese a todo, hay que reconocerle algo al guion y es su claridad y economía. Cuenta muchas cosas en poco tiempo, la acción es abrumadora, acude a flashbacks varias veces, las locaciones cambian con mucha frecuencia y, sin embargo, uno no se pierde. Esto se desprende, por supuesto, de la sencillez del guion, pero no es algo garantizado ni mucho menos. Hay que saber contar una historia, por más sencilla que sea, y “Aquaman” supo contar esta historia y sacarle el mayor jugo posible. Disimuló sus defectos y se centró en sus virtudes. No es de sorprender que, con un guion así, el director le haya puesto tanto empeño a la acción.

Hablando de los personajes, hay que decir lo evidente, el Aquaman de Jason Momoa es sumamente imponente. Mantiene aquel tono socarrón y juvenil que mostró en “Justice League”, pero sin dudas los guionistas se dieron cuenta que al personaje le hacía falta un poco más de sensibilidad y carisma si quería ganarse al público, sobre todo al público ocasional o a aquel sector de los espectadores que no está tan familiarizado con el medio y mucho menos con el personaje. Por momentos pasa de lo “badass” a lo torpe o (sepan disculpar el término) excesivamente tontuelo, formando parte del humor que ya había mencionado. No es algo que me disguste particularmente, le dan un poco más de personalidad al personaje, pero sí es cierto que a veces terminamos viendo a un adolescente en un cuerpo de adulto. Mera está ahí y es el interés romántico de Arthur, no hay mucho más que decir. Es funcional al argumento y tiene una participación no desdeñable, por lo que se podrían haber tomado el trabajo de hacer al personaje un poco más interesante.

Los villanos cumplen, sus motivaciones son muy claras y no hacen el ridículo, algo que no es menor teniendo en cuenta las demás películas de DC. Ocean Master claramente ha perdido complejidad respecto a su contraparte del cómic, habiendo sido mermados sus conflictos internos para convertirlo en un villano puro, sin matices. Black Manta era un villano muy difícil de traer a la vida, y admiro la capacidad del director para conseguir resultados tan impresionantes. Visualmente es, por momentos, hasta más imponente que el propio Aquaman. Su coraza oscura parece depender muy pero muy poco del CGI, algo que se agradece ya que ayuda a que luzca natural, robusta y sólida. El rayo rojo del casco, aquél ataque que tanto caracteriza a Manta, es apabullante, todo un espectáculo visual que enriquece muy bien las escenas de lucha. Lamentablemente, es un personaje más llano que Orm. A pesar de que sus motivaciones son razonables, no se le dedica mucho tiempo de desarrollo y la historia se impacienta por tenerlo predispuesto para enfrentarse a Arthur. En otras palabras, su historia de origen no importa tanto como las escenas de acción en las que participa.


A nivel actoral todos los mencionados tienen un buen desempeño, nada muy sobresaliente ni muy espantoso. Momoa pudo impregnarle su carisma propio al personaje, dotándole de un poco más de carne. Algo que siento que no ocurrió con Mera, pero que sin dudas está muchísimo mejor que lo poco visto en “Justice League”. A Nicole Kidman, por otro lado, se le nota una entrega especial a la hora de interpretar a la reina Atlanna, reafirmando su talento y dedicación. Willem Defoe (Vulko) y Patrick Wilson (Orm) también demuestran su jerarquía como actores, pero los papeles no le dan margen para mucho. Aunque debo decir que el leve histrionismo que Wilson le dotó a su personaje, por lo menos en mí, funcionó bastante bien. Yahya Abdul-Mateen II (Manta), cuando se lo ve sin el casco, realiza un buen papel, sin muchas pretensiones, pero la emoción y cariño que este actor ha demostrado por el personaje detrás de cámara me motivan a querer volver a verlo en un futuro.

He hablado del aspecto visual de la película, pero no me he referido puntualmente al uso de efectos especiales. A mi criterio, la película es deslumbrante y el 80% (mínimo) de ese mérito se lo lleva el equipo a cargo de los efectos digitales. Es, por lo tanto, muy injusto que no se encuentre entre las precandidatas de la academia para llevarse el galardón a mejores efectos, realmente no se entiende esa decisión. El mundo creado por el director James Wan y compañía es basto, variado y lleno de detalles. Mientras los atlantes son idénticos a los humanos, en el fondo del océano conviven diversas criaturas que fueren traídas a la vida de forma más que satisfactoria. No quiero entrar en spoilers, pero hay una bestia en particular que es colosal, en todos los sentidos, y puede helarte la sangre. Los colores vivos y saturados ayudan a que las escenas bajo el mar resulten interesantes a la vista en lugar de aburridas. Hay también un trabajo de lo que se conoce como “de-aged”, o sea, rejuvenecer a los actores de manera digital, que luce muy bien; por supuesto, no se compara con lo visto en otras películas, pero cumple con la ilusión que se propone. En suma, los efectos visuales consiguen darle a la película el atractivo que necesita, conformando quizás lo mejor que este film tiene para ofrecer.


Para concluir la reseña voy a remarcar, sin tapujos, la razón por la que considero que “Aquaman” termina siendo un sólido producto de entretenimiento a pesar de sus claras falencias. “Aquaman” es una película dinámica, que supo hacer bien algo que muchos otros filmes del género no consiguen: encontrar un ritmo adecuado. Quiero ser claro en esto y decir que la película no aburre en ningún momento. Tiene sus bajos y altos, como cualquier historia bien estructurada, pero el promedio se encuentra siempre en un tono muy ameno y fácil de seguir. Ese mismo dinamismo impide a nosotros, los espectadores, reflexionar sobre la complejidad (o no) de lo que estamos viendo. Es un deslumbramiento hermosísimo conformado por acción intensa, flashbacks cortos y directos, colores vibrantes, algunos toques de humor y escenarios que pasan por la vista con notable frecuencia. No hay que desmerecer tampoco el buen trabajo de edición que tiene la película, el cual impidió que se redujera a una sucesión de imágenes inconexas, como ocurrió en Suicide Squad. Todo esto da como resultado una cinta redonda, ni más ni menos, que dejará conforme a la gran mayoría, a aquéllos hayan ido al cine a pasar un buen rato, en busca de un poco de adrenalina bajo el mar.

Respuesta: POSITIVA

A modo de referencia, dejo aquí mis “respuestas” a las otras películas del DCEU:

“Man of Steel”: POSITIVA

“Batman v Superman: Dawn of Justice”: ACEPTACIÓN

“Suicide Squad”: NEGATIVA

“Wonder Woman”: POSITIVA

“Justice League”: ACEPTACIÓN

Comentarios

JLO ha dicho que…
me dan ganas de ir a verla, todos dicen algo bueno de la peli. Como fan de DC debo hacerlo además jaja, hay que apoyar al universo que a los tumbos está creciendo.

Tengo miedo por Shazam... será el desastre que parece? en fin, bati saludos...