Reseña: “Detective Comics” #989 a #993 - “Deface the Face”

The Deal has been Dirty

Escritor: James Robinson
Artista: Steven Segovia; Carmine di Giandomenico
Colores: Ivan Plascencia; Allen Passalaqua
Rotulado: Rob Leigh
Portadas: Segovia y Plascencia; John Paul Leon; di Giandomenico
Portadas variantes: Mark Brooks; Simone Bianchi

“Now the deal has been dirty 
Since dirty began 
I'm not asking for mercy 
Not from the man 
You just don't ask for mercy 
While you're still on the stand”
[The Law, Leonard Cohen, del álbum Various Positions] 

Antes de comenzar la reseña de tooooodo lo que tengo atrasado, permítanme disculparme por el retraso: esa cosa llamada “vida real” suele ser bastante ingrata a ratos y nos distrae de las cosas que nos gustan para ocuparnos de las obligaciones cotidianas.
Gracias a mi editor que supo aguantarme la ausencia (aunque no le quedaba de otra debido a los secretos que le conozco…).
Dicho esto, solo queda resumirles mi opinión e impresión sobre “Deface the Face”, el recién terminado arco escrito por Robinson para “Detective Comics”.

Este arco debe tener el récord de portadas engañosas

Y para ello basta con un nombre: Sísifo.
De seguro ya conocen su historia y el castigo que el Padre Altísimo Zeus le impuso (sí, sí, ya sé que algunos atribuyen a Hades, nuestro Señor del Inframundo, la condena).
¿Cierto que uno se sintió como el antiguo rey de Corinto leyendo las seis partes de este arco? Como una especie de arduo trabajo en pos de una recompensa para encontrarse con las manos vacías al final de la jornada.
Porque “Deface the Face” tuvo un muy auspicioso inicio —como lo señalé en mi reseña anterior… hace una eternidad…— y se nos prometía una historia enmarañada, de claro corte noir que haría relucir las últimamente olvidadas dotes de Batman como detective.
Se nos planteó un enigma. Había un cadáver. Había un caso. Había pistas… ¡Estaba Kobra!
Dejamos esa primera parte con la ilusión de regocijarnos con un guión que devolviera al Murciélago a sus raíces, de cara al “Detective Comics” #1000.
¿Y que recibimos?
Sólo una roca volviendo a rodar cuesta abajo al llegar a la cima.

Portada de John Paul Leon, por lejos lo mejor de este arco

Recapitulemos:
Tras el primer asesinato, tuvimos a Firefly por dos —incluida la versión femenina nacida en la serie "Gotham", una interesante apuesta por parte de Robinson—.
A través de ellos llegamos a Two-Face —ese enemigo clásico cuya mejor versión de los últimos tiempos es la de William Shatner en la película animada "Batman vs Two-Face", para que se hagan una idea—. Aún esperanzados porque Robinson hiciera un gran trabajo con el personaje, nos dimos cuenta que la trama derivaba en un juego de adivinanzas y vueltas de tuerca gratuitas, más enfocadas a crear efecto —¡oh, Dent está trabajando junto a Batman!— que a avanzar una trama que no daba, en realidad, para más de dos partes.
A tanto llegó la desilusión ¡que nos hizo sentir nostalgia por el Two-Face de "All-Star Batman"! ¡¡Por ese Two-Face salido de las secreciones mentales de Snyder y el lápiz comatoso de Romita, Jr.!!
Así de terrible…
¿Y Kobra?
El misterioso e importante culto resultó un mero caza-bobos para nosotros los lectores, lugar que viene ocupando regularmente en este último tiempo.
¿Cuántas veces hemos visto a la cobra asomar su desplegadas capucha para terminar como una simple culebra arrancando entre la maleza?
"Rebirth", y su continuación editorial —"DC Universe"—, ha tenido muchos aciertos devolviéndonos a personajes en el limbo tras The New 52, pero ya acumula varios intentos fallidos de devolver a la continuidad la fuerza y presencia de ciertos personajes u organizaciones.
Kobra es una de ellas.
Y es irónico que, como parte de su leif motiv para atacar Gotham, el culto argumente que Checkmate ha desaparecido del mapa: ¡justo otra organización que apenas sí hemos visto u oído mencionar!

Di Giandomenico hizo su mejor esfuerzo ilustrando un guión pobre.

Es cierto que, tras el descalabro de La No-Boda, Batman necesita reenfocarse en su trabajo y la pesquisa detectivesca es el modo más acertado para hacerlo. Ya saben: back to the roots
Sin embargo, en este arco resulta una razón pobre que apenas sí tiene sustento en un guión antojadizo.
Mejor efecto tiene ver al Murciélago con los calzoncillos sobre las mallas que esta falaz intentona de devolvernos al Mejor Detective del Mundo.
¿Algo que rescatar?
Sí: que estamos seis números más cerca del “Detective Comics” #1000… ¡y que en el siguiente número llega Peter J. Tomasi!
¿Y el arte?
El arte destacó más que el guión pero, atrapado en los vericuetos argumentales, tiende a hacerse cansino, siendo mis páginas preferidas las de Di Giandomenico. Aunque, por la tremenda calidad de su portada —#990—, me hubiese gustado ver a Leon ilustrando a Robinson. Quizá entonces, está roca llevada cuesta arriba hubiese sido más liviana, aunque al final hubiese rodado de vuelta al fondo del llano creativo…

Explosiones, giros argumentales, viñetas cinéticas... Pero nada pudo evitar una historia mala...

Raya para la suma: denme el lugar de Sísifo en el Hades antes que leer otro arco tan avieso y soporífero como este Deface the Face
Como nuestro amado maestro Leonard Cohen cantó alguna vez: alguien ha hecho un trato sucio con nosotros los lectores…
¿Contento, señor editor?
¿Puede liberar a mi familia secuestrada ahora que he cumplido?
(Nota del Editor: No)

Comentarios

Eladio Garro ha dicho que…
Muy chapucero este arco. Igual al bodrio del tal Tynion IV.