Título: “The Laughing House” – Part 3
Guión: Scott Snyder
Dibujos,
Tintas y Arte De Tapa: Jock
Colores: David Baron
Letras:
Sal Cipriano
La entrega comienza con un flashback al
momento en el que Bruce
se cayó
al famoso pozo en el jardín de la Mansión Wayne, pozo que terminaría siendo la Batcave. Curiosamente Bruce, rememorando, dice que ese suceso cambió su vida de tal forma que bien pudo haber
sido el día donde realmente nació Batman más allá del asesinato en Crime Alley o del murciélago que irrumpió en el estudio del Doctor Wayne aquella fría noche de Febrero.
Volviendo al cliffhanger del número anterior descubrimos que James Jr. ahora
trabaja en una tienda como parte de su rehabilitación, que tiene una
tobillera electrónica para monitorearlo y que se sometió a un tratamiento experimental (de
Empresas Wayne, naturalmente) que parece estar haciendo efecto en su locura. Sucede que ese no es el James que nuestro protagonista necesita para detener al enemigo ya que el
tratamiento parece ser tan efectivo que prácticamente ni recuerda sus
diabluras. Batman entonces trata de hacerle recordar que fue tan
prodigio en su chifladura que el propio Joker lo llegó a laurear (!) y que con tan sólo 13 años ya tenía esquemas propios del sistema de tuberías de Gotham porque justamente de eso se trata todo esto. El Encapotado quiere que Jr. le ayude a comprender cómo es que el Batman Who Laughs puede llegar a usar
dicho sistema a su favor, sistema que Batman diseñó en primer lugar para proteger a la ciudad de
un desastre.
El hijo del Comisionado no se cree capaz de ayudar dada su actual condición sin embargo no hay tiempo para este dilema personal ya que el Grim
Knight aparece en escena con el objetivo de llevarse a Gordon. Seguidamente ambos Batmen se enfrentan en una suerte de duelo
al mejor estilo far west donde nuestro Batsy usa su Bati-Garra para enganchar al Grim Knight a un tren en un intento por sacárselo de encima pero éste vuelve enseguida con una propuesta drástica: si no entregan a Gordon, derribará un avión con sólo apretar un botón, lo cual no sólo mataría a los pasajeros sino también a incontables inocentes al caer sobre Gotham. Finalmente el Grim Knight se sale con la suya y se lleva a Gordon pero no a James hijo sino a James padre, que no casualmente es la otra
persona que Batman necesita para activar el mentado sistema Last Laugh.
Entre tanto el Batman Que Ríe se pega una vuelta por el Iceberg Casino y
hace una curiosa confesión: cree que Pinguin es su enemigo predilecto. Reunidos, le
cuenta a Cobblepot que en otros mundos Batman incluso fue derrotado por él pero que su versión favorita es una en donde Batman decide competirle dominando
los negocios de la ilegalidad y termina por derrotarlo gracias a la asistencia de
Bruce Wayne. Cuestión que dicha versión de Bruce Wayne, notablemente viejo y desorientado, es traída por el
BatJoker para ser asesinada en frente de Oswald. Habiendo cumplido su cometido, el Murciélago Risueño se va del lugar, no sin antes advertirle al Pingüino que un tal Matches Malone podría ser el responsable de ciertos problemitas financieros que está teniendo en su casino.
Elipsis de por medio, Alfred se dirige hacia la entrada original de la
Bati-Cueva, al pozo antes mencionado, y encuentra no sólo dosis del
antídoto para el Gas del Joker destruidas sino también a Bruce. Tras increparlo por su aparente comportamiento errático, Wayne le dice a Pennyworth que todos están
en lo cierto menos él, cree que su plan para detener a los invasores del Multiverso Oscuro fracasará, y piensa que el mejor curso de acción es canalizar lo que un murciélago
verdaderamente representa, "un mensajero del infierno", por lo que decide dejarse consumir por el Joker Venom y se transforma en el enemigo (!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!)
Hay un patrón que se repite en las tres entregas publicadas hasta acá: las primeras páginas suelen tener un tono más optimista, centradas en los (pocos) buenos recuerdos de Wayne, y luego el panorama se va tornando progresivamente oscuro hasta llegar a un final shockeante a más no poder.
En este caso Bruce recuerda cómo su padre le daba ánimos hasta poder sacarlo de la cueva y cómo aprendió a meditar las cosas en ese momento. En tiempo presente, esa cuota de optimismo que Batman siempre tiene (por más que siempre de la impresión contraria) parece estar esfumándose por completo.
Incluso Bats llega al extremo de tener que convertirse en su némesis, dándole en consecuencia la razón a psicópatas como el Joker, el BWL o Gordon Jr., quienes vienen sosteniendo que la única manera de detener al BatJoker es convertirse en él. Esto ya sucedió en "The Man Who Laughs" de Ed Brubaker, que probablemente ya no esté en el canon teniendo en cuenta los innumerables cambios que sufrió la línea temporal en los últimos años pero aún así les recomendamos leer si todavía no lo hicieron.
En esta ocasión también se toca el tema de que Batman adoptó el símbolo del murciélago como un símbolo de justicia y esperanza para los ciudadanos desprotegidos de Gótica cuando en verdad pareciera que el símbolo está emparentado con algo diametralmente opuesto, tema que también se analizó durante "Dark Knights: Metal".
Al parecer la presencia del "Metal Oscuro" que quedó en Gotham tras la última visita del BWL es lo que le permite traer otros Bruces de forma constante a Tierra Prima, y particularmente me gusta cuando BatJoker cuenta sobre cosas que pasan o pasaron en otros universos porque Snyder, sin siquiera tener la necesidad de mostrarnos esos sucesos, nos abre las puertas hacia una infinidad de posibilidades, una más interesante que la otra. En este caso tenemos la revelación de que hubo un Batman al estilo Red Hood que quiso controlar el crimen para ganarle a Cobblepot, aunque para su desgracia terminó siendo la víctima de turno.
Durante su vista al casino de Oswald, el BWL incluso nos da la pauta de que (nuestro) Batman viene trabajando de incógnito bajo el alias de Matches Malone en el lugar, dato que podría o no ser relevante para la trama de esta mini-serie pero que sin duda alguna nos tomó por sorpresa. Suponiendo que esto sea verdad y podamos confiar en la palabra de este Murciélago Depravado, Bruce ya debería tener toda la evidencia para mandarlo a guardar a Ozzy, ¿no? Habrá que esperar y ver qué pasa.
Nuevamente tuvimos poco del Grim Knight, una queja que cada vez se hace sentir más entre los lectores mas en definitiva sus apariciones siempre cumplen, por ende tampoco nos podemos quejar tampoco. Además recuerden que el mes que viene sale un one-shot donde nos contarán su origen así que ya habrá tiempo de verlo brillar por su cuenta.
En lo personal me gusta como viene el libro. Snyder y Jock saben mantener los elementos de terror de manera estable; Batman llegó al límite y es intrigante ver cómo hará para controlarse y no terminar de convertirse definitivamente en un villano. Ahora nos queda esperar la friolera de dos meses para saber cómo sigue esta historia aunque en Marzo habrá una buena dosis del Grim Knight para compensar. Mientras tanto los invitamos a dejar su opinión al respecto en la caja de comentarios.
Comentarios
Hasta ahora, y gracias a que se ve mas focalizado y en su elemento, parece una de las mejores y mas centradas cosas que hará snyder desde... su epoca en detective comics quiza? Gran epoca esa, también con Jock.