Reseña: “Batman” #67 - “Knightmares”, quinta parte


Título: “Knightmares” – Part 5: “All The Way Down”
Guión: Tom King               
Dibujos y Tintas: Lee Weeks y Jorge Fornés
Colores: Lovern Kindzierski
Letras: Clayton Cowles
Arte De Tapa: Weeks y Elizabeth Breitweiser

Todo comienza con Batman en una terraza frente a un ¿imitador? de The Question. Lo que parece un animal antropomorfo yace muerto, un simple “¡beep beep!” resuena por parte del homicida y comienza una persecución de antología.

Hasta que Batsyman logre capturar a su presa atravesarán edificios, bajarán por escaleras, se van a enfrentar un par de veces y hasta van a caer por el Bar de Porky, con el propio barman llamando a rorbin dándole indicaciones de hacia dónde se fue el esquivo asesino.

Finalmente Batman logra su cometido en las alcantarillas y le quita la máscara al criminal, que resulta ser ni más ni menos que el Joker (!). Ante la pregunta de por qué mató al tal William Ernest Coyote, el Hombre Pálido simplemente usa una corneta para contestar con otro “¡beep beep!”.


LO QUE DEJÓ ESTE NÚMERO

Dos conjeturas puedo hacer rápidamente: el arte es descomunal pero, en términos generales, la historia no dice casi nada (literalmente, porque apenas si hay dialogo).

Digo “casi nada” porque la metáfora es algo obvia si nos ponemos a analizarla. La persecución comienza en un techo y luego, en espiral descendente, finaliza en una cloaca ya que al parecer Batman trata de recobrar su conciencia intentando dominar las pesadillas que le están induciendo y claramente está perdiendo en este momento. ¿Son los “beeps” el sonido de una máquina que monitorea su ritmo cardíaco? ¿O son simplemente una metáfora para indicarnos que su pulso baja cada vez más? En cierta forma esto nos recuerda un poco a "Batman" v1 #672 y #673, preludios de "Batman R.I.P." donde uno de los Fantasmas le dispara a Batman en el pecho para secuestrarlo, lo cual hace que su corazón se detenga durante cuatro minutos en los que experimenta diversas alucinaciones vinculadas con su vida hasta que lo reaniman para luego ser torturado. Claro que en este arco ya fue capturado y las pesadillas son la tortura pero ustedes entienden.

En el issue pasado parecía, según nuestras conjeturas, que Batman necesitaba recobrar su desconfianza (uno de sus motores si se quiere) pintando un escenario donde Selina Kyle mintió sobre sus razones para abandonarlo, con Vic Sage/Question actuando de interrogador. Entonces teniendo en cuenta que el asesino se parece al mencionado (mas sabemos que no lo es) y que lo único que intenta hacer es huir, podríamos interpretar esta persecución como una forma de decirnos que el avance que parecía haber hecho Bruce en la difícil lucha por recobrar su conciencia se fue al carajo, no funcionó.

Algunas reviews interpreta que el hecho de contestar con una corneta cuando Bats le pregunta al Joker el porqué del ¿innecesario? crimen apunta, en efecto, a que nada tiene sentido. Que no importa lo que Batman haga, los crímenes sin sentido en Gotham seguirán pasando. Siguiendo con nuestra teoría de que estas pesadillas están ahí para mostrarle al Murciélago el impacto negativo que su lucha tiene en los demás aspectos de su vida (familia, amor, quienes lo idolatran) así que podemos tomar de esta pesadilla como una insinuación de que su lucha es inútil.

Tom King nos vuelve a recordar lo bien que le ha ido con los Looney Tunes en su run. Sin mencionar a Porky (que intenta decir el nombre de nuestro héroe y sus más conocidos apodos pero su tartamudez se lo impide) y su bar, la persecución es un claro guiño al Correcaminos. Digo, es difícil no darse cuenta con su característico “¡beep beep!”. La victima del JokerQuestion se llama William Ernest Coyote y el nombre del famoso Coyote es Wile E. Coyote. Es medio jodido darse cuenta al principio que es el Coyote quien yace muerto a los pies de los dos protagonistas pero incluso parece tener puesto ¡¿un Bat-Suit?! Creo que todos recordamos un episodio clásico de los Looney Tunes donde el Coyote usa un traje de murciélago verde asimismo vale la pena recordar que en 2011, en el nuevo show de los Looney Tunes
se incluyó un corto en CGI del Correcaminos y El Coyote donde este último ordena un Bat-Suit y trata de usar Bati-Gadgets para atrapar a la veloz ave.


Antes de que Batman se meta en la alcantarilla, junto a la tapa de la misma vemos una suerte de pin amarillo con sangre¿Quién Easter eggea a los Easter eggs? ┬┴┬┴┤ ͜ʖ ͡°) ├┬┴┬┴

Además el momento previo al salto del Encapotado sobre este Joker 
enmascarado (¿no les recuerda un poco a Oberon Sexton?) es casi un homenaje a la chase movie noventera “The Fugitive”, protagonizada por un muñeco que se parece a Harrison Ford (?)

Tanto si te gusta cómo viene “Knightmares” así como si no te gusta, o si este issue te gustó o no, recién sabremos qué sentido total tiene (si es que lo tiene) cuando este arco finalice el próximo mes. Creo que Tom King logró dividir las aguas más que nunca ya que si todo esto te gustó quizás pienses que en realidad no debería ser así y si no te gustó podés llegar a dudar que algo te estás perdiendo y por ende termina disgustándote por no entenderlo. Si lo pensás un poco, este arco te desconcierta sin importar del lado en el que estés.

El arte es fenomenal, Lee Weeks y Jorge Fornés se complementar de maravilla. Weeks muestra lo camaleónico que puede ser (como ya lo hizo en “Heroes in Crisis” imitando el estilo de Clay Mann) y acá trata de mantenerse cercano al estilo del español. Cada vez que tocó Batman con King, Weeks la rompió toda. Ojalá no sea la última vez que lo veamos pasar por el Bativerso. La paleta de colores de Lovern Kindzierski logra una amalgama casi perfecta entre los dibujantes.

Párrafo aparte para Clayton Cowles. Siempre ignoramos el trabajo del letrista pues nos quedamos con que solamente rellenan los globos de diálogo y eso pero en un issue donde casi no hubo diálogo sino más bien onomatopeyas, el bueno de Clayton se lució. Inclusive podríamos decir que Cowles es el gran narrador de este número.

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