Título:
“Knightmares” - Part 6: “Solitude”
Guión: Tom King
Dibujos y Tintas:
Amanda Conner, Dan Panosian, John Timms
y Mikel Janín
Colores: Paul Mounts, Timms y Jordie Bellaire
Letras: Clayton Cowles
Arte De Tapa: Conner y Mounts
El Bati-Surfeo
por el océano de pesadillas del Caballero Oscuro llega a
su penúltimo capítulo.
Ahora nos toca ver, por alguna razón, las
despedidas de soltero de Batman y de Catwoman.
Primero vemos a Selina y a Lois entrando a la Fortaleza
de la Soledad con la ayuda de Supergirl, aunque Kara se ve obligada a retirarse para ir a
evitar que un asteroide destruya La Tierra pues esa noche se encuentra suplantando a su
primo para que éste pueda visitar a Bruce. Entre tanto la velada de Los Mejores del Mundo arranca con una excitante (?) sopa en la
Mansión Wayne.
Superada esta introducción, las actividades que cada pareja realiza esa noche serán por demás disimiles. Las damas degustan bebidas de todos los rincones del
universo, se bañan en un yacuzzi muy especial, se prueban Super-Trajes y
usan a los tres androides que protegen la Fortaleza como strippers y
masajistas. Los muchachos, por su parte, contemplan los cuadros familiares de los Wayne, se ven un partido de football (gringo, no el de verdad 😉) y juegan una partida de ajedrez.
Antes de ir a buscar a las damas, Bruce
tiene su momento de sueño lúcido con Clark diciéndole que cree que su peor
pesadilla es ser feliz y no necesitado (como héroe). Por dicha razón, él no
podría vivir una vida normal conyugal. La última página nos muestra (finalmente) a
Batman atrapado en la dichosa máquina que le provoca las pesadillas que venimos viendo a lo largo de este arco.
LO QUE DEJÓ ESTE NÚMERO
Esta entrega terminó siendo una secuela de
uno de los mejores arcos (sino el mejor) hasta ahora del run de Tom
King: “SuperFriends”. Aquella recordada cita doble fue sorpresivamente estupenda y, si apelamos al Hypertime, también puede ser un reemplazo adecuado
de los horrendos tie-in que nos mostraron el “preludio de La Boda” (aunque la
despedida de Selina quizás fue el único que no apestó).
Si supiera algo de psicología, diría que
podríamos analizar un rato laaaaargo las “fantasías” variadas del Murciélago, desde
Selina y Lois desnudas en un yacuzzi que parece dar sensaciones lujuriosas
hasta imaginarse tres doppelgängers del Hombre de Acero
haciendo un striptease, porque recordemos que todo esto sólo está sucediendo en su cabeza.
Como nos planteamos en reseñas
anteriores buscándole un significado a las pesadillas inducidas a Bats, aquí parece que la idea de pasar tiempo con
Superman tiene que ver con su representación clásica de esposo bonachón y
de hecho es él quien le dice, hablando desde su subconsciente, porqué cree que no es una idea tan
buena casarse.
Antes abordamos la idea del peligro que
representaría ser la esposa de Batman pero acá el ángulo es distinto. Clark,
representando a la conciencia de Bruce, le dice que la gran diferencia entre
ellos es que él ve a su lucha contra el crimen como un sacrificio más que como un servicio al
prójimo. Como que su vida carece de todo sentido si no es Batman, o si dejara de serlo tras casarse. Volviendo a la
psicología, se plantea constantemente la noción de que el verdadero “ser” de Bruce
Wayne es Batman mientras que Clark Kent tal vez desearía ser humano, algo
que incluso King planteó en “Héroes in Crisis”).
Entonces quizás la lección de esta pesadilla
sea que la naturaleza de Bruce hace que ser Batman no le permita ser feliz y
tener una esposa mientras que otros (como Supes) si pueden ser héroes y hacer vida de familia.
Me gustó el número, sin embargo creo que tanto artista suelto hace
un poco incómoda la experiencia de leerlo. Amanda Conner hace un buen trabajo y
sus expresiones faciales tan alegres pegan con el tono del issue, aunque
personalmente hubiera preferido a otro/a artista. Dan Panosian agrega unas páginas
intercaladas con las de Amanda y no desentona ya que los colores del nítido Paul
Mounts generan una armonía integral si se quiere. Me gustaron mucho las dos paginas de John Timms, le agregaron una impronta particularmente distinta al “momento revelador” de Bruce hacia el final de la entrega. No sé si Mikel Janín participó acá por una cuestión de
tiempo o qué pero me pareció un dibujo un tanto flojo considerando que tendría que haber sido un momento por demás de impactante tratándose de la primera vez en lo que va de “Knightmares” que vemos al Encapotado siendo torturado en el mundo real.
Ah, antes que me olvide: Parece que la
escena de la sopa viene a ser un homenaje a la película de Tim Burton de 1989. Curioso, ¿no?
Ya casi termina este arco y para el cierre nos
prometieron ni más ni menos que a Thomas Wayne. No podemos esperar.
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