Reseña: “The Batman Who Laughs” #4


Título: “The Batman Who Laughs” - Part 4
Guión: Scott Snyder
Dibujos, Tintas y Arte De Tapa: Jock
Colores: Dave Baron
Letras: Sal Cirpriano

Después del parate que significó el especial dedicado al Grim Knight 
nos toca atestiguar un Batman que abraza su Joker persona.

Retomando el cliffhanger del #3 vemos que nuestro héroe forjó su propio visor de Metal Oscuro pero Alfred se niega a que complete su transformación al punto de atacarlo para tratar de hacerlo entrar en razón, sin embargo los efectos de la toxina del Joker hacen que Bats comience a estrangular al inglés sin miramiento alguno. Por fortuna
Bruce logra romper con el impulso y, emotivo momento padre-hijo mediante, Pennyworth entra en razón para dejarlo continuar con su extremo plan.

Jim sigue a merced de los Batmen Oscuros pues, recordemos, es la otra “llave” para acceder al sistema con el que el BatJoker planea esparcir la sustancia creada con la sangre de los Bruce Wayne que trajo de otros universos gracias al Metal Oscuro. De momento tiene cuatro contenedores y con seis conseguiría enloquecer a toda Gótica.

Batman recorre la ciudad en el Batmobile (camuflado como un taxi) mientras observa el mundo como lo hace el Batman Que Ríe gracias al visor, aunque los efectos ya avanzados del Gas del Joker hacen que su percepción del entorno que lo rodea se distorsione cada vez más. Poco a poco comienza a ver Gótica como un sitio lleno de psicópatas violentos que sólo buscan matarse entre sí y debe luchar contra esas visiones para llegar a su destino. Una charla expositiva con Alfred y James Jr. sirve para cortar un poco la tensión y de paso nos brinda más información: Resulta que el Grim Knight está usando la red eléctrica de la ciudad para desviar energía hacia los depósitos de Metal Oscuro que les permite abrir portales para traer a distintos Bruce Wayne del Multiverso Oscuro. Por otra parte Jr. informa que son tres los posibles túneles de drenaje que el Murciélago Risueño podría usar para sus diabluras.

Luego vemos un flashback de algo que pasó tres horas atrás. Bruce es sorprendido por el Joker mientras revisaba la posible contaminación de la reserva de agua del sistema Last Laugh. Bruce lucha contra el impulso de matarlo provocado por el propio gas de su enemigo, sobre todo por el hecho de que apenas una gota de sangre del Payaso daría paso a la temida contaminación. Acto seguido presenciamos otro gran momento Batman-Joker donde este último confiesa que en verdad no quiere que ninguno de los dos gane, quiere que su lucha sea eterna. Claro, él cree que algún día será el gran vencedor, asimismo le desea suerte a su rival en esta cruzada. Aunque el punto alto de esta charla viene cuando Batman le hace prometer al Joker que lo mate ante su eventual jokerización y a sabiendas de que Alfred no podrá hacerlo. Tras acordar esto, ambos se funden en una escalofriante risa.

Volviendo al presente, el Detective descubrió gracias al visor y ciertas lecturas de energía que el próximo portal para traer a otro Wayne se abrirá en un ala abandonada de Blackgate. Un oficial de seguridad lo encuentra y le advierte que se rinda pensando que es el Batman Who Laughs pero Bats identifica al agente y lo persuade de ayudarlo. No obstante el Caballero Oscuro es transportado repentinamente a otro universo donde se haya en una versión más moderna de la cárcel que es conducida por un longevo Bruce Wayne. Bats intenta advertirle del peligro mas su contraparte hace oídos sordos ya que, asegura, (su) Gotham nunca estuvo más segura. Sin que lleguen a percatarse, el portal se cierra y ambos Bruces vuelven a la Blackgate de Tierra 0, donde un muro se aparece de la nada para separarlos. El Bruce viejo queda junto el oficial que Batman pensó estaba de su lado pero que en verdad era el BatJoker (!), quien procede a asesinar a su presa.

Entre tanto, el Grim Knight suelta a Jim para un pequeño juego de caza con los temibles Robin Oscuros como sus sabuesos. De vuelta en Blackgate, el Batman Que Ríe se quita su camuflaje digital y vemos su terrorífica cara sin el ya icónico visor. El número termina cuando da la orden para que un grupo de policías abre fuego a discreción sobre Batman.


LO QUE DEJÓ ESTE NÚMERO

Primeramente considerar que esta entrega se intitula “The Batman Who Laughs - Parte 4 y no “The Laughing House Parte 4, un detalle curioso ya que los tres anteriores tuvieron dicho subtítulo. Al parecer el interludio con el one-shot del Grim Knight marcó el cierre de una primera parte o etapa dentro de esta mini-serie. Por otro lado Scott Snyder habló en un tweet reciente de que los issues 5, 6 y 7 serán “muy oscuros”, lo que nos generó el gran interrogante (no contestado por el autor) de si efectivamente habrá un capítulo más ya que el comunicado de prensa original decía que serían seis entregas. Pero bueno, Snyder es de pegar esos volantazos creativos y sabemos que esto de alguna manera continuará por otro lado.

También hay un cambio de enfoque en cuanto al órgano (?) que ayuda a representar cuestiones importantes del número. Digo, los primeros tres se enfocaron en el corazón como sinónimo de felicidad y ahora (y veremos si en los issues que quedan cambia) este número se centra en los ojos.

Batman habla sobre los ojos de Grayson y de la felicidad qué hay en ellos, algo que ayudó a humanizarlo. También menciona cómo a los Robin les gustaba ver el mundo desde arriba cuando patrullaban mientras él prefería recorrer las calles con el Batmobile disfrazado como un vehículo normal. La diferencia entre los jóvenes y su actitud más soñadora o despreocupada y los adultos que deben (o deberían) tener los pies en la tierra.

Hablando del camuflaje del Batimóvil, si mal no recuerdo esa función debutó en la actual continuidad en “Batman” v2 #51 (2016), último número del run de Snyder y Greg Capullo en aquella serie ya que el #52 fue escrito por James Tynion y de ahí en más arrancó la etapa de Tom King en el volumen tres, “Rebirth” mediante.

Ahora sabemos que el Batman Que Ríe puede ver gracias a que su visor (valga la redundancia) sirve para detectar lecturas de energía, particularmente de Metal Oscuro, respondiendo así unos de los más grandes interrogantes que el público tenía desde su introducción en el marco de “Dark Nights: Metal”.

En cuanto los ojos vemos los de Bruce en lo que notablemente los sus últimos momentos previo a su transformación definitiva, y además vemos los del Murciélago Risueño en todo su terrorífico ser. Durante un breve intercambio de palabras, James Gordon Jr. clama estar convencido de que Batman vencerá más pregunta si tiene una forma de zafar de transformarse y no obtiene respuesta. Claro que luego su plan de apoyo es revelado cuando el Joker lo visita, generado así otro gran momento entre los dos, de esos momentos con los que Snyder ya cuenta en su historial donde apunta a la extraña simbiosis qué hay entre ellos aunque sin el toque homoerótico que suelen darle a esto a veces, como en “The Lego Batman Movie”.

El Duque de la Muerte plantea que ellos deben estar en guerra y de hecho tiene la audacia de asegurarle que va a ganar, por eso viene a desearle suerte y recibe la misión por parte de Batman de volarle la cabeza cuando se transforme (!!!) Algunos consideran este momento como la versión de Snyder de “The Killing Joke”, más si tenemos en cuenta que el momento final del encuentro nos entrega una risotada al unísono.

Volvemos a lo del corazón por un rato con el Payaso haciéndose la cruz en el suyo para validar la promesa que le hizo a Bruce, aunque vale remarcar ya tiene una cruz ahí producto de la cirugía realizada por Alfred para salvarle la vida. Por otra parte queda aún más clara la inspiración en “The Man Who Laughs” ya que ahora Batman ve el mundo como el Joker tras exponerse a su gas (salvo que esto no fue intencional pues resultó ser parte de una trampa) y cree que la mejor manera de pensar como el BatJoker para tratar de derrotarlo es dejarse consumir por dicha toxina.

Número a número Batman es superado por su contraparte jocosa que evidentemente está mucho mejor preparada así que decidió combatir fuego con fuego: Intentar dominar su locura para detener a su enemigo. Al mismo tiempo vemos una escena fundamental para lo que queda de esta historia donde James Jr. parece aprestarse a tirar su medicación y eso nos da la pauta de que pronto volverá a su estado demente, lo cual puede resultar clave para ayudar a Batman o puede convertirse en un problema más. Eso sin mencionar que todo luce muy negro para su padre, que se salvó de ser ejecutado a manos del Grim Knight pero eso no quiere decir que éste no tenga planeado divertirse con el pobre Comisionado.

Jock hace un trabajo tan pero tan bueno en algunas viñetas que en otras parece no hacerse justicia a sí mismo, asimismo no podemos negar que logra que el Batman Who Laughs se vea aún más aterrador que el de Greg Capullo, y eso es mucho decir. Otro que se lleva las palmas es el letrista Sal Cipriano al representar la lucha mental de Batman con su demencia latente usando letras rojas que se cuelan en medio de sus diálogos normales. Fantástico.

Aparentemente ahora quedan no dos sino tres números y los malos parece tienen todo bajo control. Veremos cómo se dan las cosas de acá en más.

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