So it begins…
Título: “Detective Comics” #1001, “Medieval”
Escritor: Peter J. Tomasi
Lápices: Brad Walker
Tintas: Andrew Hennessy
Colores: Nathan Fairbairn
Rotulado: Rob Leigh
Portada: Walker, Hennessy y Fairbairn
Portada variante: David Finch y Tomeu Morey
“Dixitque Deus: Fiat lux. Et facta est lux. Et vidit Deus lucem
quod esset bona: et divisit lucem a tenebris. Appellavitque lucem Diem, et tenebras Noctem: factumque est vespere et mane, dies unus”.
[Génesis 1:3-5] [1]
Seguramente ya
leyeron el “Detective Comics” #1000
y, si no lo hicieron, tal vez leyeron la excelente reseña de mi compañero Ezequiel sobre el importante número.
Y si no hicieron
ambas cosas, es que no sé qué están
haciendo aquí si estamos a un par de semanas de tan notorio acontecimiento
y todo Bat-Fan acusó recibo de una u otra manera. Quizá buscaban el baño y se
equivocaron de puerta. Si ese es el caso, ¡quédense! Está partiendo un nuevo
milenio en la historia editorial de “Detective Comics” y todos son bienvenidos.
Para darnos
contexto, recordemos que en el número mil del título se nos mostraron una serie
de relatos cortas que revisitaban la historia de Batman. Unas más logradas que otras, pero con chorrocientas portadas alternas para elegir (esperen a que llegue
el #1026, que será la historia 1000
de Batman en este título; seguro que duplican las portadas…).
Pero, a modo de
epílogo, nos encontramos con el adelanto de “Medieval”, el arco que comienza aquí y, según lo visto en ese número
(dibujado ahí por Doug Mahnke), nos
encontramos con una nueva amenaza para el Murciélago:
una suerte de cruzado que traerá la Guerra Santa contra el infiel máximo: Batman mismo.
Sí, sí. Arkham Knight.
Bastante
publicitado antes de su lanzamiento, este arco cuenta con la introducción a la
continuidad DC del rival nacido bajo
el amparo del vídeojuego más celebrado de la franquicia.
El juego ahora es
descubrir quién está bajo el yelmo de
Caballero esta vez: descartado Jason Todd (el Arkham Knight del juego), las apuestas son múltiples y eso ya puede
ser un incentivo para leer este arco que Tomasi
nos promete.
Y necesitamos más
de un incentivo por dos razones fundamentales:
En primer lugar
porque el arco anterior de Tomasi —“Mythology”— resultó decepcionante en su
capítulo final, usando un Deus ex machina
digno de Snyder en sus peores días
de guionista.
Y en segundo
lugar —y el punto más importante— es que, de algún modo, nos parece estar ante
un refrito de otras historias que ya hemos leído: el enemigo omnisapiente,
posiblemente una víctima del fuego cruzado, que culpa a Batman por todo lo malo.
De hecho, esos
fueron temas que Tynion IV tocó más
de una vez cuando “Detective Comics”
retomó su numeración regular hace no mucho tiempo.
Arcos como “Rise of the Batmen” o “The Victim Syndicate” ya lidiaron con temas
parecidos.
¿Logrará este
nuevo arco acallar nuestras dudas?
Está por verse.
¿Qué tenemos
hasta ahora?
Un muy buen
inicio.
Al atardecer
—imposible pasar por alto el comentario sarcástico de Gordon—, la muerte masiva de murciélagos por toda Gotham empieza a marcar un escenario
bastante bizarro —aunque cómico a la vez—, escenario del que ni la Bati-Cueva se libra —ahora Alfred se lleva las palmas por sus
comentarios—. Lo que, además, nos hace preguntarnos respecto al escenario
sanitario de la ciudad en general porque ¡tanto murciélago por todos lados! Con
razón uno se estrelló contra la ventana de Bruce
Wayne, allá por el Año Uno: deben pasar chocando los
quirópteros contra las ventanas de los gothamitas. De milagro no hay más Batmanes esperando la noche para salir
a hacer justicia.
La investigación
de Batman —esperemos que se
concentren por fin en el Batman detective más que en el matón— no rinde
frutos y recurre a los únicos en Gotham
que podrían tener alguna pista para las muertes repentinas: los Langstrom… ¡Más bien, a Francine! Recuerden que Kirk las está oficiando de superhéroe
en la Justice League Dark desde los eventos de “No Justice”/“New Justice”.
Pero ella quiere
saber también qué ocurre con los bichos esos y se inyecta el suero antes que Batman pueda impedírselo.
Nuestro héroe,
¡era que no!, logra volverla a la normalidad antes que, como los millones de
murciélagos de la ciudad, estire la pata.
¿Y qué papel
juega este ignoto Arkham Knight?
Contrastando luz
y obscuridad, se nos presenta a este nuevo —no tan nuevo— villano como el líder
de una orden de caballeros —tipo Orden Sagrada de San Dumas; lo dicho,
un refrito…— a los que comanda en una cruzada contra el verdadero demonio que
amenaza Gotham.
De algún modo, él está detrás de la masiva muerte de
quirópteros. Es su advertencia admonitoria para los que se le viene al Murciélago mayor de Gotham.
Y decimos “cruzada” porque así como los caballeros marchaban a
Jerusalem para liberarlo de los
infieles musulmanes, para traer la luz que disipara la oscuridad, este Arkham Knight pretende liberar a su
propia ciudad santa, Gotham, del
demonio infiel que la infecta.
Y ataca del modo más gráfico posible: encendiendo un pequeño
sol que transforme la noche en día sobre toda la ciudad —Fiat lux. Et facta est lux—.
El enfrentamiento ocurre, como era de esperarse, y Batman cae, como era de esperarse (¿?).
Quedamos en un cliffhanger
que encierra un montón de preguntas y que, a ratos, nos anima a esperar el
siguiente número y, a ratos, nos hace menear la cabeza adivinando lo que va a
pasar —no por nada llevamos 80 años de historia batmánica—.
¿Raya para la suma?
Tomasi promete
mucho, pero nuestra experiencia nos hace tomar su historia con pinzas.
Tal vez estemos ante un nuevo villano que nos sorprenda
aunque lo visto hasta ahora nos recuerde a tantas cosas leídas antes.
Si nos focalizamos en este número en particular, no podemos
negar que la historia está muy bien amañada. Tomasi es un muy buen escritor y nadie podría poner en duda
aquello. Aunque el estilo Snyder
esté permeando a buen número de escritores de DC y, en especial, de Batman.
El apartado artístico es, por sobre todo, lo mejor de “Detective Comics” #1001. Con un logo renovado, sus páginas
respiran vitalidad, acción, comedia y reflexión, graficando los vericuetos del
guión de forma acertada, simple, limpia y efectiva.
Con un Batman que
Walker hace lucir casi una versión
mejorada del de Bruce Timm, nos deja
con un agradable sabor a clásico, pero moderno a la vez. Casi justo el Batman para 1000 números más.
Esperemos, ahora, el siguiente capítulo de “Medieval”. Y roguemos a Barbatos que Tomasi nos deje con la boca cerrada.
Arkham Knight está a las puertas de Gotham. Que salga Batman a hacerle frente.
La guerra santa ha comenzado.
[1] “Y Dios procedió a decir: “Llegue a
haber luz”. Entonces llegó a haber luz. Después de eso Dios vio que la luz era
buena, y efectuó Dios una división entre la luz y la oscuridad. Y Dios empezó a
llamar a la luz Día, pero a la oscuridad llamó Noche. Y llegó a haber tarde y
llegó a haber mañana, un día primero”.
Comentarios
Por otro lado, a pesar de que la trama de Medieval parezca, en principio, "figurita repetida", sigo teniendo mucha confianza en Tomasi.