Título: "Nightwing" #60 (“City Ablaze”, part 2), "Nightwing" #61 (“City Ablaze”, conclusión)
Guión: Dan Jurgens
Arte: Chris Mooneyham, Ronan Cliquet
Colores: Nick Filardi
Letras: Andworld Design
Estamos seguros en el Blog de que, tristemente, una considerable porción (si no es que todos) de los fans estamos molestos con el temita de Ric Grayson pero no por eso vamos a dejar de reseñarlo... aunque nos tardemos.
Y no es que el personaje no pueda encontrar redención pronto sino que todo este entramado desde que la bala de KGBeast se introdujo en el cráneo del ex-Nightwing ni siquiera a ha dado pie a algo llamativo. Pero vayamos a la reseña de esta arco que bien pudiera ser transitorio (ojalá).
El precio de la culpa
Nos quedamos en la aparición del meta-villano Burnback al final del anterior número, una especie de fuego humanoide que parece azotar por alguna extraña razón las diferentes estaciones de policía de Blüdhaven.
En su primer enfrentamiento, los Nightwing y el Cabbie (Ric) apenas logran escapar con vida luego de una maniobra arriesgada del otrora miembro del cuerpo de bomberos y ex-policía, Hutch (el Nightwing Rojo, vamos).
Luego de ver las acciones de Ric en el edificio en llamas, Sap y Hutch comienzan a cuestionarse si en verdad es buena idea integrar a alguien tan "extremo" y de quién no conocen nada. Al final terminan por postergar una decisión que pueda "limitar" sus propias actividades heroicas.
No obstante, la gran duda de por qué pareciera que están atacando centrales de policía persiste y, por una corazonada, el grupo de Alas Nocturnas comienza a investigar. Ahí es donde vemos la relación que tanto Sapienza como Hutch tuvieron con el Sargento Stapleton, a quien visitaron en el número previo...
En un flashback observamos los sentimientos de culpa de ambos y cómo el estado de coma del mentor de ambos lo consideran un momento cumbre en sus carreras. Suponemos que es uno de esos momentos en los cuales tomas decisiones más trascendentales (¿ser superhéroes, acaso?).
Flash-forward (sin relación alguna con el ya anunciado nuevo cómic de Wally West a quien, al igual que a Grayson, alguien debe odiar mucho en la editorial), vemos que el sentido detectivesco de Zak y Collen Edwards, los Nightwings ochenteros (por los trajes, no por edad) los dirige hacia Melissa Stapleton, la hija del Sargento, quien en un momento de desesperación había amenazado al honorable cuerpo de policías de la ciudad por el estado de su padre.
Es ahí donde la hipótesis les sale mal ya que Burnback nuevamente aparece para desatar el caos. Como todo buen heredero del Manto del Murciélago, Ric aparece en el momento más crítico para evitar que sus pares mueran quemados o asfixiados.
En la trifulca Melissa huye despavorida, sólo para ser encontrada por Hutch y Sap, quienes se dan cuenta que por más caos e incendios que haya, las llamas parecen no acercarse a ella.
En un acto tanto heroico como estúpido, Zak destruye un hidrante (y choca en el intento) y logra apagar a Burnback. El monstruo de fuego de alguna manera llama a Melissa antes de apagarse. Es ahí donde, de alguna manera, se comienzan a atar los hilos...
Burnback era el sentido de culpa de su padre, quien, aún en coma, desarrolló sus habilidades "meta" y buscó la manera de darle un poco de paz a su hija. ¿Cómo? Quemando todo lo que ella creía le provocaba infelicidad. Los doctores le aseguran que no hay remedio en el estado del Sargento y lo desconectan para darle el descanso que merecía desde hace tiempo.
¿De qué va todo esto entonces?
Nos han hecho creer hasta el cansancio que Ric merece una chance de ser alguien distinto. Vamos, que Richard, Dick, Robin, Nightwing, el Líder de los Titans, uno de los mejores Batman (el mejor para algunos en el Blog) y una de las "constantes multiversales" de acuerdo a Superman, merece una oportunidad de ser alguien distinto Y si, todos coincidimos, sólo que la forma es la que no termina de pulirse.
En este arco solamente vemos a Ric como mero personaje incidental, presente para salvar el trasero de los Nightwings. Huye, quizá no de los problemas, pero si de involucrarse demasiado. En pocas palabras, quiere tener una vida, la misma que postergó al hacer el juramento.
En el apartado gráfico la transición del estilo de Mooneyham al de Cliquet si se nota drástica, al igual que la paleta de colores que se va tornando un poco más consistente y sólida. Quisiéramos pensar que parte de estos arcos de relleno es también para poder seleccionar a un artista que haga algún buen diseño de la siguiente versión de Nightwing.
Como sea, el hecho que Ric se libere de su pasado simplemente nos hace pensar que DC Comics también se quiere liberar de él como parte de los estandartes, no nada más de la Bati-Familia sino de la industria del cómic, y eso nos genera muchas dudas a futuro. En fin...
Comentarios