Dick: Bruce Wayne no es mi responsabilidad.
Dawn: Pero él te salvó, Dick. ¿Qué tal si tú eres la única persona en el mundo que puede salvarlo?
Cuando Brenton Thwaites fue nombrado el nuevo Dick Grayson para la TV (o bueno, para la plataforma DC Universe) muchos empezaron a especular sobre qué versión nos regalaría el otrora encumbrado Geoff Johns como productor ejecutivo de la serie que hoy nos reúne. Era Septiembre de 2017 y todo parecía indicar que las cosas pintaban más que bien para el Universo de DC.
Y llegó "Justice League" en Noviembre de ese año.
Sin entrar en debates, este, su humilde remedo de escribano, sólo comentará que el mundo no estaba preparado para algo como el Universo Extendido de DC, no así el Universo de la casa de enfrente
cuyo poder, inspirado por la ambición y codicia de cierto Ratón, sabe cómo vender refritos baratos y a un precio bastante elevado, dicho sea de paso...
No es que el DCEU fuera mejor sino que es un tanto más complejo ya que, a diferencia de ciertos personajes, la llamada Trinidad es un referente de la cultura popular, prácticamente desde el inicio de los superhéroes más del tipo mainstream por ahí de los 30s.
Por lo tanto, un Robin live-action en pantalla tras Chris O'Donell (1997) y Burt Ward (1966-68) [y por más que muchos lo digan, no cuenta Joseph Gordon- Levitt] era una noticia más que sorprendente, en especial cuando nos prometieron que no sería sólo Robin sino que veríamos la transición a Nightwing.
Para aquellos ávidos del cómic, Nightwing surge en 1984 luego de querer alejarse de La Sombra del Murciélago. Aunque hay opiniones encontradas de las razones por las cuáles el entrañable Dick Grayson deja el traje del Chico Maravilla, la más consistente es: no podía ni quería ser como Bruce y eventualmente terminar con el Manto, perpetuando una vida solitaria y fría.
¡¿Qué mejor parteaguas para una serie que todo esto?!
La decisión de alejarse poco a poco de los métodos del Encapotado viene cuando la visión del joven Grayson se ve ampliada por estar en contacto con el mundo que su "padre adoptivo" creo para él: el de los superhéroes y sus sidekicks.
Si bien La Trinidad pavimentó el camino para prácticamente todos los héroes, fueron sus sidekicks quienes encumbraron ese necesario paso a la madurez, por más irónico que parezca.
Como nota aparte, la primera vez que vi a Brenton Thwaites actuar fue en la cinta "The Giver" (2014), en la cual comparte créditos con otro el mismísimo Cameron Monaghan, otro actor que se convirtió en fan-favorite de los amantes del Bativerso por encarnar a Jerome y Jeremiah Valeska en "Gotham". Independientemente del resultado de la cinta, en ella ambos intérpretes lucen dignos representantes de sus posteriores representaciones batmanezcas.
Ahora si, la serie...
Si hay ligeros ajustes a la narrativa del cómic, precisamente para darle un sentido mucho más "real" (algo que medianamente quisieron hacer en una gran cantidad de capítulos, amén de que no lo hicieron con todos, en la mentada "Gotham" [esperen la crítica/reseña en breve]), el ya clásico "Fuck Batman" quedará para la posteridad.
Dick Grayson se encuentra alejado de Gotham desde hace tiempo, viviendo en Detroit como uno de los Detectives más aventajados de la corporación. Esto mientras Raven (Teagan Croft) comienza a sufrir alucinaciones, mismas que la llevarán a darse cuenta de la verdad de su nacimiento, familia y futuro vínculo con Grayson.
Toda la alusión al oscurantismo y a un poder oculto, más allá de la comprensión humana (y especialmente religiosa), podemos notar como recubrimiento de la joven Rachel Roth, quien ve cómo su madre es asesinada, detonando sus más que inestables poderes de telekinesis.
Todo esto mientras Koriand'r (Anna Diop) no tiene uso completo de su memoria ya que al parecer su llegada a la Tierra (así, sin spoiler, porque, vamos, ya lo sabían) es por un motivo más que complejo.
Raven comienza a ser asediada por los seguidores de su padre Trigon (vamos, esto tampoco es algo que fuéramos a guardarnos como un dato "desconocido"...) y eso la lleva a buscar al joven Grayson, quien ni lento ni perezoso comienza a vacilar acerca de lo que tiene qué hacer.
La integración de Hawk (Alan Ritchson, ex-Aquaman en
"Smallville") y Dove (Minka Kelly) puede parecernos un tanto extraña a priori, en especial porque pareciera que Dove fue el interés amoroso de Dick hace años. Ya queremos saber qué piensa Barbara Gordon (de quien no tenemos nada de información, salvo una muy sutil mención al final de temporada).
De hecho cuando Dove hace entrar en razón a Richard acerca de la importancia de replicar ese acto de bondad que el mismo Batman hizo con él durante su niñez se puede sobre entender que hay algo más que una amistad que de pronto llevaba insinuaciones sexuales... Muy a disgusto de Hawk.
Gracias a esta reflexión podemos comprender la renuencia de Dick de proteger a Raven pues no quiere tener tremenda responsabilidad y fallarle, como él sintió que vivió con Bruce.
Raven es la clave de esta temporada (y parte de las subsecuentes, al parecer) por lo que la persecución por parte del Dr. Adamson y la Nuclear Family casi le cuesta la vida a Dove.
La intervención fortuita de Koriand'r en el rescate de Raven le permite enterarse que ella también está luchando por descubrir la verdad de su propio ser, ya que el poder hablar varios lenguajes de manera fluida, manipular energía en fuego y tener habilidades de autodefensa sobresalientes no son algo que se consigue todos los días.
Dick, Starfire y Raven creen que para encontrar un camino que los lleve a pistas sólidas necesitan comenzar a trazar todo desde el origen, es decir, el lugar donde Raven nació.
Otra vez Dick es asediado por sus propios demonios (¿o deberíamos decir "murciélagos"?) y duda sobre si vale o no la pena el proteger a la joven emo favorita de todos. Esto nos regala uno de los mejores flashbacks de la serie: cuando el niño Grayson es llevado a la mansión Wayne y comienza a cuestionarse el porqué tiene que estar ahí.
Bruce, como buen padre ausente, simplemente deja que Dick saque todo su coraje acumulado antes de ofrecerle "otra manera de lidiar con el dolor".
Sin duda alguna este tipo de escenas nos lleva a entender cómo es que, a pesar de tener acceso a todo lo que pudiera soñar, el no tener un camino a seguir es lo más complejo y doloroso para cualquiera. Camino que Richard encontró en la oferta de un joven Bruce en su incipiente cruzada contra el mal.
Es una verdadera lástima que no veremos como tal el desarrollo del joven Grayson mientras era entrenado por Bruce y vivía sus primeras aventuras contra los villanos de Gotham.
Si algo puede incomodar de la serie es la actitud sufrida de
Todo esto la llevará a toparse con un joven Garfield Logan, mejor conocido y referido de ahora en más como Beast Boy. Éste último la lleva a casa de un tal Dr. Niles Caulder y es ahí donde vemos a los precursores de los Mutantes de la Casa de Enfrente: la Doom Patrol.
Sin embargo, la travesía de la joven hija del demonio no podía estar limitada sólo a la casa de Robotman, Negative Man, Elasti-Woman. y The Chief...
Y aquí es donde la serie comienza a acelerarse...
Vemos la más que acertada (aunque nada elocuente en términos de cómics) introducción de Jason Todd (Curran Walters) y Donna Troy (Conor Leslie), quienes le van agregando mucho más sentido a los constantes desvaríos emocionales del Robin favorito de todos.
Si bien a lo largo de la serie se logra ver las constantes variaciones de humor de Grayson, esto quizá como un rechazo a seguir siendo visto como Robin o como alguien que tiene aún qué ver con Bruce Wayne, es grato ver que parte de esas modulaciones de personalidad vienen de la duda existencial clásica "¿quién y qué quiero ser?"
Esto se ve más que evidenciado en su encuentro con Todd y éste le hace ver lo divertido que es ser Robin, aunado a que el exceso de violencia que Dick ejerce en ciertos momentos pareciera más que ser en defensa propia o por dar un merecido, es un deseo de poder en verdad desquitar todo ese coraje reprimido de haber estado bajo la sombra de alguien tan intimidante como Bruce Wayne/ Batman.
Y bueno, saber que tiene un chip en la piel que le permite ser rastreado en todo momento no debe sorprender a nadie porque Batman debería ser ya una rama de la esquizofrenia en sí mismo...
Incluso podemos ver esa escena en la cual Dick busca venganza sobre Tony Zucco al punto de casi matarlo a golpes, sólo para detenerse al último minuto y dejar que los Maroni hagan lo suyo y cobren la vida del mafioso que mató a sus padres.
Mención aparte debe tener el segundo Robin, quién se roba una de las tantas escenas de pelea sangrientas de la primer temporada con el pretexto de que la capa y el estar ahora con Batman le da derecho a cobrarse todas las que, buenos y malos, le hicieron cuando vivía en las calles.
Esto deja marcado a nuestro héroe, quien quema el traje de Robin y pretende empujarse a ser alguien distinto. Es más, en el fondo creo que de seguro sentía envidia del joven Todd con su nuevo diseño y mejor equipamiento.
La integración de Donna Troy le de un vínculo muy especial con toda la mitología del DCU ya que es ella misma quien hace mención de La Mujer Maravilla y la Liga de la Justicia, así como el miedo que el Joker es capaz de provocar en las propias Amazonas. Además que se da a entrever que hay algo más de fondo que las dudas lo que provocó la desaparición del primer grupo de Titans.
Y el gran final...
Sin duda el final de temporada fue de lo mejor que podríamos haber imaginado. Ya con Trigon estando tan cerca de lograr su cometido podemos atestiguar cómo es capaz de jugar con la realidad y las almas de las personas, ¿y quién mejor que Dick Grayson para ello?
Mientras Raven y Beast Boy estudian la Universidad y Koriand'r se ha desarrollado en el FBI de gran manera, Dick logra lo que en todas las realidades (animadas y comiqueras) se sobre entiende: alejarse de la Bati-Familia y hacer su vida.
El demonio crea una realidad en la cual él vive junto a Dove, un hijo y otro por venir (a consideración de éste autor, espero no la quieran usar de sustituto sentimental de Babs ya que hacía más sentido que tuviera una familia con ella). Su tranquilidad se ve interrumpida por la repentina visita de Jason Todd, en silla de ruedas cortesía del Riddler. Definitivamente hubiese sido interesante tener a Barbara presente para que todas estas cuestiones y guiños tuvieran más sentido, en especial para aquellos que sabemos de cómics, pero todo no se puede.
Ahí de nuevo se puede sentir que todo es parte de un Universo mucho más grande dado que se hace mención del asesinato del Comisionado Gordon por el Joker, además de la muerte de Alfred y la sensación de Babs y Superman de que lo único que mantenía cuerdo a Bruce era su relación con aquellas pocas personas cercanas, Dick siendo una de las principales. De nuevo haciendo gala de ser la única constante multiversal.
Al no tener eso y ver derrumbándose el mundo que construyó, Wayne perdió todo sentido de moral (algo así como "Injustice" pero a la inversa). Y para que un arrepentido Todd vaya y pida ayuda a Dick, algo grave debe de estar por ocurrir: Batman va a matar al Joker.
Luego de pensarlo un poco, Dick decide volver y vemos una versión de Gotham bastante decadente, con todo y Bati-Señal removida por el nuevo Comisionado de la policía. La visita a la mansión Wayne venida a menos no podía faltar, así como el intento de acercamiento de hijo a padre, pero la lucha por la mente y alma de Richard Grayson ya está más que decantada en favor de Trigon...
Luego de perder los estribos al ver un intento de abuso, además de saber que Hawk está visitando a Dove, Dick recibe la llamada que no quería: el mismo Arkham Asylum acaba de ser atacado por Bats en todo su esplendor. Custodios, médicos, el alcalde, Riddler, Scarface, Dent y demás reclusos, muertos.
Dick termina por evidenciar a Bruce Wayne como Batman ante las autoridades y lidera un operativo que termina con muchísimas bajas, Starfire incluida. Vemos a un Batman que termina bajo una gran cantidad de escombro y a un Dick que simplemente lo deja morir, logrando el objetivo de Trigon de llevarlo por completo a sucumbir ante la oscuridad.
Lo que dejó la primer temporada antes de arrancar la segunda...
Sin duda alguna "Titans" resultó en una grata sorpresa a pesar de algunas situaciones. Se sabía que se le darían mucho peso a Raven ya que la relación con Trigon es más que obvia. Aunado a que se tendían que asentar las bases de un romance con Koriand'r. Todd y Troy se llevan cada segundo que aparecen y, sin embargo, el que menos brilló fue Garfield.
Incluso el back-up argumental que representan Dove y Hawk termina siendo bastante interesante, y más cuando se ve la historia de fondo que los vincula. Los flashbacks son una delicia para todo fan de los cómics, aunque no precisamente son copias al carbón.
La omisión de miembros clave de los Titans originales como Victor Stone (quien se dice que su aparición en "Doom Patrol" es bastante convincente, incluso más que la de Ray Fisher en "Justice League", aunque en lo personal aún no me doy a la tarea de revisarla), Roy Harper y especialmente de Wally West (el pelirrojo) no deja de ser una intriga, más cuando éstos últimos están vinculados al Arrowverse
(bueno, el West pelirrojo no), asimismo este no necesariamente tiene porqué ser el roster original del equipo tratándose de una adaptación.
Este Dick Grayson convence por el hecho que se sabe complemente dudoso de todo: de sí mismo, de su humanidad, de su futuro, de ser Robin, de ser Batman, de ser líder, de ser policía y de ser un Titan. Y eso, sabemos, lo lleva eventualmente a convertirlo en Nightwing.
Sin duda ver a un Batman desatado como uno de los grandes temores de Richard hace más que sentido, más aún considerando que dejarlo "morir" es el paso necesario para que su alma termine sucumbiendo a la maldad que el Señor Infernal tiene pensada para la Tierra.
Algo que para mi fue de las sorpresas más gratas de la temporada es ese vínculo indescifrable que tienen Dick y Bruce. Es precisamente eso lo que mueve al protagonista de la serie a ser su propio héroe. Si se han dado una que otra vuelta por el Blog sabrán que mucho se ha comentado acerca de porqué Dick podría ser el mejor Batman, y es algo que quizá sea la carencia de este show: la capacidad de verse vulnerable, de disfrutar lo que hace por más contradictorio que pueda ser. Aún así, la segunda temporada nos promete que veremos aún más de esto (¿el juramento?).
¡Oh! Y ese Porsche 911 de Grayson es un deleite visual, lástima que tuvo que ser sacrificado.
No obstante, al ser un proceso de transición (mismo que quizá rumbo al final de la segunda o tal vez tercera temporada desemboque en la tan esperada puesta del traje de Ala Nocturna) se entiende que ser vulnerable y comentar chistes malos cuando golpea a los villanos es lo que menos se verá, al menos por un tiempo.
Al término de temporada Troy, Koriand'r, Gar y Raven se enfrentan a la realidad que Trigon es un poder mucho más allá del que pueden comprender y aún cuando la princesa Tamareana ha recobrado la memoria, poco o nada podría hacer contra semejante adversario.
Otro aspecto a destacar de esta serie es la pegajosa tonada del main theme. Las secuencias de acción y drama también dan una sensación bastante grata de que estás viendo una película de 45 minutos (por más extraña que pueda ser dicha película).
Para rematar, la aparición de cierto super-experimento #13 en los laboratorios Cadmus, así como la aparición de cierta figura perruna que lo acompaña, nos dan la pauta para que más nergdasmos sucedan durante la siguiente temporada.
Si a esto le sumamos a Ravager, Jericho, Merci Graves, Dr. Light, Aqualad y los mismísimos Deathstroke (!) y Bruce Wayne (!!!), sin duda alguna la mesa está puesta para que el Titanverso (¿o "Titansverso"?) siga creciendo.
Porqué el primer grupo de Titans se separó, qué hay del Alfred de este universo (que, si bien sabemos que se mantiene en contacto con Dick, nunca está de más ver a una versión del mayordomo más badass de la historia), así como la relevancia de Slade Wilson y las futuras menciones a demás superhéroes (¿alguien mencionó el ship Conner y Drake?) y villanos (¿habrá palancazos?) nos llevan a esperar con ansia la segunda temporada.
Y bueno, esperemos ahora no tardar tanto en lanzar un intento de crítica/reseña...
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