Guión: Warren Ellis
Artista: Bryan Hitch
Tintas: Kevin Nowlan
Colores: Alix Sinclair
Letras: Richard Starkings
La última vez que dejamos a Batman y a Gordon trás la pista de The Scorn Army, el Encapotado asumía (a validación propia) la posición de Alcaide de Arkham (esto sería una mina de oro, pero DC Comics solo capta las malas ideas que conversamos entre los del grupo y las hace realidad...).
Ante la inquietud de Gordon, Bats aún no ha descifrado el misterio del nuevo enemigo en común que tienen en Gótica, y lo peor, parece que nuestro héroe no ha tenido días tan buenos, puesto que se ve muy maltrecho tanto que renquea y además ha puesto a dormir a todos los internos en una especie de sueño muy al estilo de Aldous Huxley.
No obstante, la inquietud de Gordon va más allá al saber que los Bat-hounds siguen patrullando la ciudad y que el tiempo se les acaba. Algo grande está por pasar y aún no pueden moverse. Tienen indicios del líder de The Scorn Army, pero si se mueven demasiado rápido, esto puede alertarlo de una forma que podría arruinar la investigación.
Justo como en película de acción detectivesca, al más puro estilo que Hitch y Ellis nos han venido acostumbrado con éste arco, vemos la primera movida en éste nuevo panorama: atacar el Asilo Arkham con un misil para acabar con El Detective y el Comisionado y seguir destruyendo el sustema de justicia de la ciudad.
Un Bat-hound logra intereceptar el misil, permitiéndole a nuestro héroe tomar acción para salvar a Jim y darse a la tarea de ir en búsqueda del criminal.
No obstante, al darle alcance, se hace estallar a sí mismo. No sin antes darle un mensaje, siendo que ahora es parte del "sistema".
El estallido deja muy maltrecho a Batman, quien lucha por hacer que sus piernas reaccionen y así poder tomar el Batmobile rumbo a la Baticueva. Ya una vez dentro del vehículo puede desmayarse a voluntad y permitirle a Alfred monitorear sus signos vitales a través de la computadora del traje.
Ciudad Gótica está por volverse un cambo de guerra ahora que The Scorn Army está haciendo sus movimientos y sabe que la policía está mermada.
Ya en la cueva, Alfred comparte con Bruce las grandes similitudes que el líder de de The Scorn tiene con él: vio morir a sus padres frente a él por disparos de la policía, por lo tanto, la cruzada va contra todo lo que represente el sistema de justicia.
Aundo a un sermón acerca de la importancia de fomentar la actividad filantrópica de Bruce Wayne para que Batman sea menos necesario cada vez. Ahora, ya con una noción aceptada de que se está enfrentando a su justo semajante, más a regañadientes que otra cosa, el heredero de los Wayne sabe cómo poder herir ahora al líder de Scorn.
Lo que en otros números se había perdido al no llevar a algo sustancial, ahora se sintió un poco más relevante. Es decir, al menos ya vimos a un Batman meditabundo y adolorido en escenas de acción y aceptar que no sabe exactamente qué hacer o cómo accionar ante la maraña de The Scorn Army.
El tratar de revelar vínculos entre las pistas y todos los indiciados, muy al estilo de series de detectives le da un toque bastante atractivo a este número. Además, las secuencias de acción le dan un gran contrapeso al entramado de la historia que, aunque ya reveló pistas, todavía no hay un sustento más profundo.
El arte sin duda es bastante bueno, pero tiene sus detalles con algunas formas y posturas, y se puede ver sobre todo cuando se ven planos de cuerpo entero de cualquier personaje.
Estamos ya en la recta final de la historia, ahora veremos si todo el hype en verdad está valiendo la pena...
Comentarios
como sea.. warren ellis y hitch no defraudaran, pero esta historia se nota que habra que leerla en tomo integral. yo la leo mes a mes y me olvido, me pierdo o quedo con sensacion de vacio.
ojala la dupla vuelva a batman y haga otra miniserie o historia autoconclusiva. hay que aprovechar que estan en gran momento, y somos muchos los que queremos leer historias del batman detective y menos de dark metal jokers y todo eso que esta de moda.